Se cumplen 25 años de aquel puñetazo de Kluivert a Cota: “Me cogió de los huevos”
Competición entró de oficio y sancionó al azulgrana con cinco partidos, que alegó provocación del capitán del Rayo. Archivaron el expediente a Cota.
Aquel 22 de diciembre de 1999, la lotería cayó en Vallecas a modo de un valioso punto (1-1) contra el Barça dirigido por Van Gaal. Los de Juande Ramos —recién ascendidos— habían dado la campanada, colocándose líderes de Primera durante cuatro jornadas (la cuarta, la octava, la décima y la undécima), y llegaron hambrientos a la cita. Los franjirrojos se adelantaron gracias a una contra que culminó Luis Cembranos en el 25′ y Simao aprovechó un rechace de Keller para batirle con un disparo cruzado en el 54′.
Durante el transcurso del partido sucedió una acción de la que se habló tanto o más que del resultado. Kluivert propinó un puñetazo a Cota en un forcejeo de ambos al borde del área. El árbitro, Daudén Ibáñez, que se llevó el ¡Vaya día! en la crónica de Miguel Ángel Calero en AS, no vio nada y por tanto no sancionó nada. El holandés se sintió impotente por el pegajoso marcaje del defensa local y le soltó el golpe, aunque justificó su agresión alegando una provocación previa: “No lo entiendo. Me cogió de los huevos. No es normal que te hagan esto, es muy sorprendente. Fue una reacción instintiva, puramente humana cuando te hacen algo semejante. Espero que no me sancionen”.
El Barça tenía miedo a la sanción. Al Mono Burgos, entonces portero del Mallorca, le habían caído once partidos por golpear al espanyolista Serrano y el club blaugrana temía que el Rayo presentase una denuncia o que el Comité de Competición actuase de oficio. El Barça no quería hablar oficialmente de la polémica —también Kluivert se mostró huidizo—, pero uno de sus dirigentes deslizó que “el Rayo no se movería”, dado que Juande había dirigido al filial culé y que les debían “favores” por jugadores como Lopetegui y Ferrón.
Competición entró de oficio tras ver el vídeo y castigó a Kluivert con cinco partidos: cuatro por la agresión y otro más por ser reincidente. Es más, ya le habían caído cuatro por insultar a Iván Campo y a Díaz Vega en el Clásico contra el Real Madrid. Lo más descabellado del tema es que también la víctima, el capitán franjirrojo Cota, estuvo en el punto de mira por las acusaciones del vicepresidente Josep Mussons, en la línea del testimonio de su jugador. Además de acusarle de “hacer teatro”, el directivo manifestó: “Cota le agarró de los testículos y Kluivert sólo podía hacer dos cosas: darle un beso o apartarlo con la mano como hizo”.
La reacción de Cota no se hizo esperar. “Mussons dice demasiadas tonterías. Bastante estoy haciendo yo, que no hablo para no perjudicar a nadie”, se defendió. Sin embargo, el Barça presentó alegaciones —un escrito de doce folios y un vídeo de Telecinco— y Competición decidió abrir un expediente al capitán rayista... ¡Lo nunca visto! El club azulgrana esgrimió que “no deseaba imputar a Cota, sino simplemente defender a su jugador”, pero se analizó si el vallecano había infringido los artículos 122.f y 137.h de los Estatutos Federativos.
El Rayo, por su parte, reaccionó con indignación. “No entendemos cómo le pueden abrir expediente a un jugador que fue agredido y vamos a recurrir. A pesar de las provocaciones de los dirigentes del Barça, no denunciaremos a Kluivert, porque somos un club señor y pensamos que lo que ocurre dentro del terreno de juego se acaba cuando pita el árbitro, pero estamos hartos de las declaraciones de Mussons. Si sigue hablando, el Comité terminará por ponerle cadena perpetua a Kluivert”, dijo Félix Uceda, gerente del club franjirrojo. Mientras Cota no daba crédito: “Es lamentable que me abran expediente cuando yo fui el agredido. Yo no agarré por los genitales a Kluivert, pero lo cierto es que cuando entras en conflicto con un grande tienes todas las de perder. Ahora sólo nos queda rezar y esperar”.
La declaración de Kluivert ante el Comité se limitó a un fax con su firma remitido a la Federación por los servicios jurídicos del Barça y Cota, cansado ya de todo el asunto, sólo quería el final del proceso: “Espero que no me sancionen, pero tampoco quiero una sanción muy fuerte para Kluivert porque no es un plato de buen gusto para nadie”. El lunes 3 de enero de 2000 era el día fijado para el veredicto, pero Competición lo aplazó hasta el viernes 7. “La dilación en el caso se debe al ejercicio de la defensa y no al club en cuestión”, argumentó Fernando Sequeira, uno de los miembros del Comité.
Finalmente, se confirmó el castigo de cinco partidos a Kluivert y se desestimó la prueba videográfica presentada por el Barça, en la que presuntamente Cota le agarraba de sus genitales, puesto que el Comité consideró “poco claras las imágenes”. En la resolución, Competición archivó el expediente incoado a Cota al no existir indicios de provocación. El barcelonismo denunció una campaña desde Madrid y Kluivert se quedó a gusto en el programa de José María García en el que acusó a los miembros del Comité de ser “muy tontos”. Años después, 25 para ser exactos, aquel episodio sigue en la memoria de rayistas y culés.
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