Sandro vuelve a la parte de adelante

Si ante el Tenisca, durante el parón de selección, Sandro volvía a disputar un encuentro amistoso, ante el Betis regresaba a la verdad de la oficialidad del fútbol en todo un Villamarín. En este tiempo que el punta ha estado fuera el paisaje —y pasaisanaje— amarillo ha evolucionado hasta encontrar el mejor momento clasificatorio en Primera División desde que mediados de la década pasada.

Debido a las lesiones la temporada pasada el punta estuvo en el dique seco ocho partidos ligueros. Bien es cierto que esta ausencia, más allá de lo indeseable, podía entrar dentro de los cálculos porque así lo avisaba el historial reciente, a pesar de que el esprint final de temporada abría la puerta a una menor intermitencia. Cuando siendo su incorporación fue clave en una recta final a la que los amarillos llegaban en mitad de una sequía goleadora y sus cuatro tantos ante Villarreal B, Eibar y Cartagena —por partida doble— fue el último puñetazo que lanzaron los de García Pimienta para escapar de la promoción y subir de forma directa.

Este portfolio de goles cuando más caliente estaba el piso es a lo que se agarra Las Palmas para mejorar la parte de adelante, sin duda la zona con mayor margen de rendimiento del equipo. No en vano, Las Palmas es el segundo equipo con menos goles a favor y el único equipo en el que ninguno de sus futbolistas ha anotado al menos tres goles.

Así que esta ayuda puede ser un impulso para el final del año. En total, Sandro, hasta el pasado fin de semana solo había podido estar sobre el césped 349 minutos de juego, de los 1170 que se habían disputado, apenas un 30% del total. Este tiempo estuvo repartido en apenas cuatro encuentros. Es decir, que antes del encuentro del Betis, cuando pudo jugar lo hizo el 75% del total de los minutos. Ante los verdiblancos, el primer partido tras conseguir el alta estuvo 24 minutos en el campo. Proceso habitual que sigue el técnico amarillo con los jugadores que regresan de lesión, entrar en el último tramo del primer encuentro que está disponible el jugador.

Este porcentaje da buena muestra de lo que significa Sandro para García Pimienta pues su tratamiento de titular —cuando está disponible o no regresa de lesión— no solo se circunscribe a esta temporada sino también a la anterior en la que estuvo en el que fue titular en doce de los veintiún encuentros que participó. Un dato que mirado con lupa ofrece mayor perspectiva. Las cinco primeras jornadas las empleó como puesta a punto, y tras ello estuvo entrando y saliendo de las convocatorias por lesión, hasta cinco lesiones sufrió. Siendo que, una vez superadas, encadenó cinco titularidades consecutivas en los últimos cinco encuentros.

Decíamos que la U.D. que se encontrara Sandro era diferente, por el barrio en el que anda, zona media, llegando a estar más cerca de Europa que del descenso, objetivo único del club. Y también por el paisanaje. Se marchaba con un Jonathan Viera con vitola de líder y Sory Kaba con un un rol en cuarto creciente en punta. Y ha regresado con Kirian ejerciendo de capataz, Moleiro dejando estelas de brillos a cada conducción y Marvin Park creciendo desde la derecha.

Sin embargo, si bien es cierto que ambos jugadores subieron el nivel de los extremos, zona por la que se ha movido, a Sandro le queda el más necesario para cubrir, el de hombre gol una plaza que nadie ha reclamado para sí en todo este tramo liguero.

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