Sánchez Llibre: “La gran suerte del Espanyol es que llegara Mr. Chen”

Todos los presentes en el auditorio del RCDE Stadium, o los que lo vivieron a través del directo, tuvieron una suerte de dejàvú. Un regreso momentáneo al pasado, una vuelta a cuando el Espanyol ganaba Copas del Rey y llegaba a finales de la UEFA, un regreso a cuando Dani Sánchez Llibre era presidente de la entidad. Porque Dani compareció para presentar el acuerdo de patrocinio que llevará, otra vez, el nombre de su empresa al frontal de la camiseta, pero Dani es también un personaje único, un icono del espanyolismo, un perico de pro. Y en condición de todo ello no rehuyó a ninguna pregunta.

Con un discurso desordenado, un punto caótico, sí dejó claros algunos mensajes. El primero, que hasta ayer el Espanyol no tenía patrocinador para la camiseta. El segundo, que su aportación no es un actor de caridad o solidaridad con el club, sino que responde a los intereses comerciales de su empresa: “El Espanyol vende”, dijo. Cómo vendía hace 30 años, cuando por primera vez el logotipo de su empresa de conservas apareció en la camiseta: “Para nosotros como empresa nos fue muy bien en la primera época. Nos conocieron mucho más. Si como empresa no nos interesara no estaríamos aquí” explico antes de concluir con una sentencia contundente: “No estamos aquí para hacer negocio con el Espanyol”.

Y es que el acuerdo entre el club y conservas Dani es por una sola temporada (ninguna de las dos partes está cerrada a ampliarlo) porque así el club “tiene un año para trabajar” y encontrar un patrocinador que pague más. Esa es la idea de todos. Dani explicó que si llega alguien que pague “un euro más” ellos se irán.

Pero más allá del acuerdo, como es lógico, a Sánchez Llibre se le preguntó por la situación actual del club. Y, con el optimismo que siempre le ha caracterizado, él no ve las cosas tan negras: “Haremos una plantilla digna. ¿Por qué no podemos ser nosotros el equipo revelación del campeonato?”, se preguntó. Para ello harán falta fichajes, algo obvio, y la implicación de una propiedad que el expresidente defendió a capa y espada: “La bola se hizo muy grande, seguramente nos precipitamos en la construcción del estadio. La gran suerte del Espanyol es que llegara un empresario chino que se hiciera cargo de esta bola. He sufrido mucho por el Espanyol. Tenemos que estar agradecidos de que Mr Chen se hiciera cargo del club porque teníamos una bola que nos hubiera ahogado a todos”, concluyó.

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