Rüdiger se agiganta
El alemán se ha convertido en el jefe de la defensa tras la lesión de Militão. Ha ganado confianza y se sabe importante. Ante el Union Berlin, fue el madridista con mayor porcentaje de duelos ganados.
“Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana”, que dice el dicho. Y en la defensa del Madrid, la ventana empieza a ser ventanal. La grave lesión de Militão en San Mamés hizo saltar todas las alarmas en Concha Espina. El mejor central del equipo, KO para el resto de la temporada tras solo un partido de competición. Tras el drama de Courtois días antes (se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda), la situación volvía a ser dantesca. Sin embargo, en el seno interno de la entidad no cundió el pánico, nadie se rasgó las vestiduras. Y la mayor prueba de ello es que la dirección deportiva ni se planteó acudir al mercado en busca de un nuevo central. Confió en lo que había y el tiempo, en estos seis primeros partidos del nuevo curso, le ha dado la razón.
El tiempo y, principalmente, Antonio Rüdiger, que a base de oficio defensivo ha sido capaz de mantener la sensación de seguridad en la zaga. En este inicio, el alemán se ha hecho con las llaves de la defensa por delante de Alaba y ha reducido al mínimo la añoranza por Militão. Rüdi, como se le conoce en el vestuario blanco, es el jugador con más disparos bloqueados del equipo (6) y el que más duelos aéreos ganados suma de la plantilla (20). En este campo llama especialmente la atención su superioridad. A seis de él, está Tchouaméni, con 14, y a años luz, Joselu (que es tercero), con 10.
El poderío por arriba es sólo uno de los ámbitos en los que impone su ley el ex del Chelsea. Es poderoso a campo abierto, potente en los duelos, dominante en el juego aéreo, oportuno al corte... Sus características guardan más de una similitud con las de Mili y en este arranque las ha sacado a relucir. Todo ello lo viene aderezando, además, con un carácter y una peculiar personalidad que ha calado en el Bernabéu. Su exhibición ante Haaland en la ida de las semifinales de la Champions fue vital para ganarse el beneplácito de la grada y redondear un año que cerró como el segundo central con más minutos de la plantilla (3.844′, frente a los 3.001′ de Alaba), dados los recurrentes problemas físicos del central austriaco.
Se sabe importante
Con todos disponibles, eso sí, el señalado para acompañar a Militão nunca era él (el mayor ejemplo, la titularidad de Alaba en la final de la Copa del Rey pese a llegar entre algodones). Las circunstancias esta temporada le han permitido volver a gozar de una continuidad de la que ya gozó el curso pasado, pero sobre todo, de una mayor confianza. Con el ex del Oporto convaleciente mínimo hasta mayo, Rüdiger se sabe importante y ha alcanzado su mejor nivel. Desprende suficiencia y concentración en cada jugada y lo traduce en seguridad a la zaga. Frente al Union Berlin, fue el jugador blanco, de los titulares, con más porcentaje de duelos ganados (87,5%).
De igual modo, con el balón en los pies no está desentonando. A Alaba se le considera más pulcro, pero ello no convierte la participación del alemán en residual, la salida de balón no se vuelca únicamente por el costado zurdo. De hecho, Rüdiger es el tercer madridista que más pases ha completado (353) en lo que va de temporada. Un compendio de datos y de sensaciones que cada día dan más valor a su fichaje. Llegó a coste cero tras terminar contrato con el Chelsea y ya es jefe de la defensa en Chamartín. Su experiencia (cumple 31 años en marzo) y su oficio pueden ser oro para el Madrid. El alemán ya es un pilar.