Rubi, en su momento más crítico
El técnico del Almería, en la picota, ha dirigido al cuadro rojiblanco, tranquilizándose la situación después del gol ‘in extremis’ de Melero.
El empate de Melero en el último segundo ha calmado algo las aguas en el Almería, ya no por el punto sumado, sino porque el Cádiz, rival directo de los rojiblancos, no se distanciase, sin perder, además, la diferencia de puntos. Con el parón por selecciones de por medio antes del encuentro del 2 de abril (14:00 horas) en Vigo, la situación era la idónea si la directiva rojiblanca daba el paso para cambiar de aires con un nuevo técnico en caso de una derrota frente al conjunto gaditano.
Si en sus primeros mese Turki Al-Sheikh fue una apisonadora de entrenadores, destituyendo a Pedro Emanuel, Guti, Mário Silva y José Gomes, el jeque ha optado por dar una mayor continuidad en el banquillo. De hecho, Rubi se convirtió antes del parón mundialista en el tercer entrenador con más partidos de la historia rojiblanco, superando tras el duelo copero ante el Arenteiro a Lucas Alcaraz. Ahora, con 74 encuentros oficiales desde que aterrizase en el Mediterráneo a finales de abril de 2021, busca llegar vivo a la jornada 31, se convertiría en el segundo, superando a Emery, con 84. También podría batir otro registro de Emery en caso de lograr cinco triunfos más con el equipo almeriense: ser el técnico que más victorias ha logrado en el fútbol profesional.
Antes de todo eso, el técnico nacido en Barcelona y criado en Vilasar de Mar debe enderezar el rumbo de un Almería que se encuentra en el peor momento de la temporada después de haber sumado apenas cuatro puntos de los últimos 21. De hecho, nunca antes había enlazado dos jornadas en descenso (ya lleva tres consecutivas). Salvo sorpresa mayúscula, el catalán estará en Vigo, pudiendo perder la directiva en caso de una derrota antes de afrontar siete días después un duelo vital ante el Valencia en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
Él de momento pide tranquilidad, como hizo en la rueda de prensa posterior al encuentro ante el Cádiz: “Los equipos que se autoimpongan más nervios se van a ir abajo. Estamos intentando transmitir ese punto de calma. Es cuestión de que el equipo no pierda la fe y de momento no me ha demostrado eso”. Sobre su posible destitución, respondió lo siguiente: “Lo peor no me lo temo en ningún momento. Miro hacia adelante. Estamos en un sitio en el que sabíamos que íbamos a estar, peleando con otros equipos muy poderosos también. Es una carrera de fondo, si se es excesivamente pesimista, te autodestruyes. Dentro del vestuario, estamos convencidos de lo que hacemos, es muy difícil ganar partidos. Hay que seguir buscando encadenar dos resultados buenos. Lo importante es no bajar la confianza”.