Ronaldo Nazário, tenemos un problema...
El Real Valladolid demostró en el Metropolitano que tiene un problema muy serio. Lleva 494 minutos sin marcar, cinco partidos y medio sin celebrar un tanto, con un balance de 0-10 en estos últimos encuentros. Y ese no es el gran defícit porque los castellanos parecen un equipo roto, sin juego, sin alma, incapaz de levantarse con el primer golpe recibido. Los blanquivioletas dudan y dan sensación de bajar los brazos, de no tener soluciones a los problemas que plantean los rivales.
Y es que los vallisoletanos siguen jugando con el equipo de Segunda con el sólo apoyo de algunos chavales del filial, quienes son los menos culpables de esta situación. Los fichajes del verano han sido un fracaso, ninguno de ellos es titular y sólo los que se compraron sus pases tras haber estado cedido la temporada pasada en Zorrilla se pueden salvar. Con el mercado abierto hasta el día 31, la dirección deportiva blanquivioleta tiene mucho trabajo por delante para mejorar un equipo que empieza a parecer que se queda corto. Y no sólo en la delantera. Porque el problema es de creación de juego también, no sólo de meter goles. Para marcar hace falta que a los de arriba le lleguen balones, sin oportunidades es imposible marcar. Como será que el propio Pacheta ya reconoce que “necesitamos ayuda”. Es una forma suave de decir que con lo que hay no llega.
Decíamos en la previa que el Real Valladolid debe volver ya de las vacaciones por el parón del Mundial, pero es que hace falta una importante autocrítica en el equipo, en el club. Lograr la permanencia en Primera con la plantilla de Segunda es complicado, más allá de que el plan salga mejor o peor. Hace falta una reacción inmediata en los Anexos y en las oficinas. Ronaldo, tenemos un problema...