Romero, del centro de la diana a víctima ensangrentada
Señalado en febrero ante el Madrid por su entrada a Mbappé, en el Bernabéu recibió un zapatazo de Mastantuono en la cabeza al estilo de Muriqi ante Joan García.


Acaparó minutos de tertulia hace siete meses, casi como si fuera el ‘criminal’ más buscado del planeta. El propio Real Madrid emitió al día siguiente de los hechos un comunicado que derivó en un ‘neverazo’ para Alejandro Muñiz Ruiz y Javier Iglesias Villanueva, árbitro en el césped y en la sala VOR, respectivamente, en la victoria del Espanyol sobre los blancos, el 1 de febrero, en el RCDE Stadium.
Carlos Romero se situó en el centro de la diana por una dura entrada sobre Kylian Mbappé que a juicio del madridismo debió ser castigada con una tarjeta roja, y que se produjo apenas unos minutos antes de que el propio lateral perico -y de ahí, que la polémica se encendiera más- anotara el 1-0 que dio los tres puntos a su equipo. Pero la cosa no quedó ahí.
Amenazas de muerte
Fruto de las amenazas que recibieron tanto él como incluso su pareja, ambos decidieron aislarse, apagar las redes sociales. “Todo lo que leímos antes de quitar los comentarios era increíble”, manifestó Romero semanas más tarde. “Que se me acuse de ir a hacer daño o lesionar e intentar acabar con la carrera de alguien son palabras mayores. Ningún jugador tendría esa intención, fue un lance fortuito”, sostuvo.
De nuevo con el Madrid delante, esta vez en el Bernabéu, el lateral izquierdo del Espanyol completaba este pasado sábado una notable actuación cuando, en el minuto 74, llegaba otra acción controvertida. Pero, en esta ocasión, con él como víctima.

Enviaba Arda Güler un pase en profundidad hacia el balcón del área, que Romero despejó de cabeza, ante la oposición de un Franco Mastantuono que levantó su pie izquierdo más de metro y medio para impactar con los tacos en la cara del jugador blanquiazul y provocarle una brecha en la cabeza, de la que brotó bastante sangre.
A juicio de Juan Martínez Munuera, el árbitro del choque, la entrada mereció amarilla, y con cierto tiempo de reacción, ya que tardó más de medio minuto en señalarla. Incluso amagó con escuchar lo que le transmitían desde el VAR, y sin embargo todo acabó ahí. “Por derribar al adversario en la disputa del balón de manera temeraria”, fue el motivo que esgrimió en el acta sobre la imposición de la amonestación.

Comparada con la roja a Muriqi
Sin levantar ni una milésima parte del ruido que generó aquella acción de Romero sobre Mbappé, sí se ha recordado en círculos del Espanyol que el zapatazo de Mastantuono en la cara del lateral, obviamente involuntario, guarda similitudes con el que el delantero del Mallorca Vedat Muriqi asestó en la primera jornada en la cara de Joan García, actual portero del Barcelona.
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Aquél golpe sí fue penalizado con una roja, explicada en que el kosovar trató de “disputar el balón con un contrario, levantando el pie a la altura de su cara e impactándole, haciendo uso de fuerza excesiva”. El del argentino no pasó a mayores, ni tuvo riesgo de expulsión, ya que tras la inmediata pausa de hidratación fue sustituido. Pero Romero sí ha pasado de ‘culpable’ a víctima.
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