Rodrygo pega el estirón
Lleva 17 goles esta temporada entre todas las competiciones, casi los mismos que en las tres anteriores juntas (18). Participa en uno cada 130′. El “revulsivo” ya es “indiscutible”.
Rodrygo, otra vez Rodrygo. Galopando la banda izquierda, rugiendo desde la derecha, creando en la mediapunta. Pero siendo clave. A base de bailes y destellos, ha hecho de la meritocracia su mejor argumento para la temporada que viene. Y ya no hay debate: con todos ustedes, la ‘BRV’. Ataque del presente y a la vez, futuro. Tal vez las siglas tienen menos gancho que algunas predecesoras, pero la ilusión se antoja a la par. Si no más. Porque Rodrygo ha explotado como una supernova: lleva 17 goles este curso entre todas las competiciones, casi los mismos que en las tres anteriores juntas (18). Confirmado: ha pegado el estirón.
A esa cifra se le suman 11 asistencias, para concluir que participa en un gol cada 130′. Un promedio sobresaliente, en un curso de matrícula, para un futbolista que a sus 22 años acumula 67 pases decisivos. Ya es, como diría Carletto, “indiscutible” en el tridente de ‘los 70′. Que son los números que acumulan entre los tres mosqueteros: 30 zarpazos lleva Benzema y 23, Vinicius. Con sus 17, suma cerrada: 70. Sobre sus hombros recaerá la responsabilidad del gol para la 2023-24. No habrá fichajes para las bandas y el delantero que llegue, lo hará para competir con la ‘B’ de un tridente que ya tiene su ‘R’. Rodrygo, el ‘revulsivo’ ya es ‘titularísimo’.
Sazón de líder
Ante el Rayo fue la esperanza de un equipo plano, apagado, lento. Benzema anduvo renqueante (sufrió un corte en el pie que mermó su rendimiento) y Valverde, en la dinámica descolorida de los últimos meses. Así que todo pasó por sus botas, que en ausencia de Vinicius, corrieron por la banda izquierda. Fue el futbolista que más pases dio en el último tercio (24), el que más regates completó (4) y el que más intervino del tridente (79). Si alguien generaba peligro, era él. Espejo de su madurez, de ese pundonor que ha desarrollado para echarse al equipo a la espalda cuando hace falta.
Rogrygo ha ganado en autoestima y galones. Cada vez es más importante en el vestuario, siendo uno de los jugadores más cercanos a Vinicius. De él salió la dedicatoria del gol de la victoria hacia su compañero: puño al cielo y mirada firme. Apoyo inexorable en la lucha contra el racismo. “Quería tener un gesto de cariño con Vinicius; sus amigos más cercanos están muy afectados también”, dijo Ancelotti, refiriéndose a Rodrygo. La tercera pata de un tridente que ya suma 70 goles esta temporada. Y que seguirá moviendo la batuta de la pólvora el próximo curso.