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REAL MADRID

Rodrygo enseña los dientes

El brasileño presenta sus mejores cifras goleadores, supera el promedio del curso pasado y tiene a tiro su récord anotador. Suma 17 tantos y su techo son 19.

Rodrygo y Vinicius celebran junto a la afición el triunfo en el Clásico.
Rodrygo y Vinicius celebran junto a la afición el triunfo en el Clásico.JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

No hay mejor medicina en el fútbol que el gol. Y el cuándo potencia el efecto balsámico. Así se resume cómo Rodrygo ha cambiado el semblante. Ya no interno, sino de puertas afuera. Porque para Ancelotti la duda era inexistente. Ahora, el de Osasco enlaza gol tras gol. Cuando la temporada entraba en pendiente. Cuatro tantos en sus últimos cuatro partidos (se perdió la Real por gripe). Cinco si añadimos la vaselina a Unai Simón con Brasil a la ecuación. Sólo en el Clásico no desenfundó. El doblete al Athletic confirmó el despertar. Su doble anotación al City, en ida y vuelta, le refrendó como pesadilla citizen (cuatro tantos en total, su rival favorito). Un rush que afila su impacto estadístico. El Rayo tiene romper su propio techo a tiro. Los 19 de la temporada pasada, a dos zarpazos. Rodrygo enseña los dientes.

Comparativa de Rodrygo con el curso pasado.
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Comparativa de Rodrygo con el curso pasado.BeSoccer Pro

Tiene un mínimo de siete partidos y un máximo de ocho para llegar a la veintena. Todo depende si hay visita a Wembley, tumbar al Bayern mediante. Así se complementarían los cinco duelos ligueros. Un campeonato, el 36 en la historia blanca, ya abrochado. En total, aglutina 17 goles, acompañados de ocho asistencias que también amenazan a su mejor marca (once). En una temporada marcada por la confianza plena de Ancelotti, alumbrada por 3.246 minutos disputados, tercero de la plantilla. Por vaivenes goleadores, ahora enterrados. Por una mutación posicional que le ha acercado a tierra hostil. Y por una mejora numérica que abandona lo intangible: promedia 0,44 goles por 90′ (0,41 el curso pasado), 9,1 progresiones con balón (5,4) y el 42,4% exitosas (21%), 8,8 toques en el área (5,2) o 1,5 tiros a puerta (1,1). Todas por encima de un curso pasado donde lucían más lustrosas sus cifras en presiones (6,3 a 5,1), recuperaciones (2,8 a 2) y porcentaje de efectividad; y ligeramente por encima en asistencias (0,22 a 0,21) y regates (6,6 a 6,2).

Más ratonero

Un Rodrygo más vertical, con más presencia aérea. Más ratonero. Todo auspiciado por la mutación esquemática de Ancelotti. Sin un 9 de tronío, su pareja brasileña abandonó la banda para centrar más su fútbol. Con total movilidad, eso sí, para partir desde ambos flancos. Precisamente esa polivalencia táctica tanto de Ancelotti como de los brazucas dibujaron la clave del triunfo ante el City. “Buscaba la buena racha que tiene Rodrygo, lo que hizo contra el Athletic. A Vini no le cambiaba nada jugar un poco más por dentro. Lo han hecho muy bien”. Palabra de Carletto para explicar la reubicación del de Osasco en su perfil favorito, el zurdo. Por ahí vinieron muchos males del City en el 3-3 del Bernabéu. Es más, de haber afinado más el tino, el Madrid habría aterrizado en el Etihad con renta. Ambos buscarán, con Bellingham como lanzadera, clavarle los colmillos al Bayern.

Rompecabezas

El momento, además, es idóneo para Rodrygo. Por lo colectivo, pero también por lo individual. Véase el potencial aterrizaje de Mbappé. El factor titularísimo del 11 entraría en cuarentena. Con Vinicius aferrado a la izquierda, Kylian aceptaría un rol más centrado. Algo que abriría el hueco a un potencial tridente con el Rayo en la derecha. Eso sí, lejos de su hábitat fetiche. En cambio, si Ancelotti opta por dar preponderancia al centro del campo, como ha hecho esta temporada (cuatro centrocampista, Bellingham inclusive), al trío de ataque le ‘sobra’ una pieza. No hay mejor receta para buscar el dibujo favorable, o para instalar el debate al de Reggiolo, que acompañar con goles su participación perenne en juego combinativo del equipo. Rodrygo enseña los dientes.

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