Riquelme se reencuentra con su pasado

Rodrigo Riquelme se mide a un partido muy especial para él. Su año como cedido en el Girona fue de enorme crecimiento para el canterano del Atlético, que se ganó una oportunidad durante la pretemporada rojiblanca que supo aprovechar. En su tercera cesión consecutiva, tras Bournemouth y Mirandés, Roro llegó a la máxima categoría para hacerse con un papel clave en los esquemas de Míchel.

Aunque la incorporación de Tsygankov en invierno le restó algo de protagonismo durante la segunda mitad de curso, Riquelme participó en 35 partidos con el Girona y fue titular en 26 de ellos. Un año de madurez y evolución, añadiendo conceptos defensivos y demostrando su nivel en la categoría, donde únicamente había disputado un partido con el Atlético en su debut ante el Eibar (también participaría en Copa frente a la Cultural Leonesa antes de iniciar su proceso de cesiones).

Míchel siempre ha valorado enormemente la mano que echó Riquelme en el crecimiento que viene desarrollando el Girona en los últimos años. Y uno de sus tantos fue en el Metropolitano. Roro, que no celebró el gol por respeto al club al Atlético, disparó desde fuera del área y tras un roce se convirtió en un balón imposible para Oblak. El Girona acabó apretando al máximo en busca del empate, pero no fue suficiente. Hoy Roro demuestra su crecimiento de rojiblanco mientras se presenta como candidato a ocupar el lugar de Lino en Dortmund.

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