Riquelme aprieta a Simeone
El canterano, de 23 años, se rebela ante la pérdida de oportunidades, convence con sus últimas actuaciones y se confirma como un jugador polivalente, pero que luce más en ataque.
Riquelme no tiene ninguna intención de rendirse. Y a Simeone es un futbolista que le gusta, por lo que siempre va a rondar en sus planes. Al canterano, de 23 años, lo ha visto el técnico más como una opción para el carril izquierdo, pero el futbolista quiere demostrarle que está para más cosas. Lino se ha hecho con la banda y eso hizo perder protagonismo a Roro, que en los últimos partidos se ha reivindicado como un recurso interesante para el ataque. Ante lo que viene, el rojiblanco quiere más.
En tiempo de juego, Riquelme es la 15ª elección más usada por el Cholo (1.378 minutos), con tres goles y cuatro asistencias. Participa en casi todos los partidos, pero últimamente es raro verlo en el once y, en varias de las últimas ocasiones en que esto ha ocurrido (Granada, Lugo, Real Madrid...), ha sido sustituido en el descanso. El canterano ha pasado apuros como carrilero izquierdo, aunque Simeone valora mucho su despliegue físico y su compromiso. Sin embargo, cuando se ha desempañado en el frente de ataque, se han visto las virtudes del jugador. Contra el Betis, en un contexto de defensa extrema, entró para ser delantero y dio mucho al Atlético.
“Todos vemos algo parecido. En sus dos últimas intervenciones ha estado mejor que en las anteriores”, valoró el Cholo en la previa de este último encuentro, en referencia a los minutos que sumó en Almería, donde incluso mandó un disparo al travesaño, y en Bilbao, donde entra para jugar 20 minutos con 3-0, exhibe la rabia que faltó a otros compañeros y tiene dos buenas ocasiones de gol. Después, contra el Betis y con 2-1, saltó al campo para el cuarto de hora final y se puso en la línea de ataque. Además de presionar, hizo pleno de pases buenos —como en San Mamés—, dos remates (uno desde el centro del campo) y sobre todo sofocó el ritmo elevado que intentaba meter el rival.
Sin Griezmann y con Memphis y Morata quedándose sin energía, Simeone miró a Riquelme por delante de Correa, que se quedó sin minutos. El canterano entró por el neerlandés y se ubicó arriba junto a Morata. Para el tramo final, su compañero fue Llorente. El técnico asume que Riquelme le da competencia a Lino, pero también que puede servirle para el ataque, ante la intermitencia de Correa y las propias virtudes del canterano, con conducción, desborde y un buen golpeo que apenas ha podido exhibir en esta temporada. Riquelme aprieta y quiere ser importante en el tramo decisivo. Para empezar, en Cádiz.