Revulsivo de oro
Rodrygo volvió a dejar huella desde el banquillo en el Clásico, como ante Chelsea y City la temporada pasada. Este curso participa en un gol cada 92 minutos.
Ancelotti acostumbra a recordar que lo importante no es empezar o terminar los partidos, sino determinarlos. De esa lección el alumno más aventajado es sin duda Rodrygo, que ya lo demostró sobradamente la temporada pasada y que lo sigue haciendo en la presente, como en el Clásico de ayer: salió en el 85′ por Vinicius, provocó un penalti en el 89′ (tardó en señalarse porque el árbitro lo sancionó tras revisarlo en el VAR) y lo transformó en el 91′ para hacer el 3-1 final, con el que los blancos se sacudieron el dominio del Barcelona, que amenazaba con el empate.
Otro gol para un Rodrygo que ha empezado el curso como acabó el pasado: volando. Cerró la 2021-22 con siete goles y tres asistencias en sus últimos 12 encuentros; en esta 2022-23, lleva cinco goles y tres asistencias en otros 12 partidos, participando en un gol cada 92 minutos. Y sigue demostrando que, pese a que golpea con fuerza la puerta de la titularidad, Carletto tiene buenas razones para guardárselo como si fuese un as en su manga. En el Clásico, volvió a ser el revulsivo de oro del Madrid.
Un rol que sublimó la temporada pasada, sobre todo en Europa. Empezó de hecho la Champions dando el triunfo al Madrid en San Siro ante el Inter, en la primera jornada del torneo, con un gol de pillo en el 89′. En cuartos ante el Chelsea, abrió la puerta de la prórroga anotando el 1-3. Y en la vuelta de semifinales, el aún más difícil: dos goles en dos minutos ante el City para sacar al Madrid del hoyo, requisito imprescindible para sacar billete para la final de París, donde llegó la 14ª. En Liga también se dejó ver, sobre todo en la remontada de Sevilla: salió tras el descanso para hacer un gol y asistir en otro, en un triunfo que certificó virtualmente el título liguero.
Rodrygo, tras el encuentro, reveló el orden de lanzadores de penaltis de los blancos: “Lo tiré porque no estaban ni Benzema ni Modric, y el siguiente soy yo...”. No marcaba un penalti en un Clásico alguien tan joven desde un tal Santiago Bernabéu en 1916, hace 106 años. Y para cerrar la tarde-noche, un poco de troleo al eterno rival: tuiteó una foto celebrando el triunfo con el texto: “God’s plan” (traducido, “El plan de Dios”). Es el título del tema más conocido de cierto rapero canadiense cuyo logo llevó ayer el Barça en la camiseta: Drake.