Revés copero, esperanza liguera
La caída en el Metropolitano confirma la idea de juego de Quique que tan bien funcionó en Getafe y que debe servir de plan para salvar la categoría.
El Sevilla se despidió de la Copa y colocó todas sus miras en una Liga en la que quiere sobrevivir de la mano de Quique Sánchez Flores. La frustración vivida en el choque del Metropolitano dejó paso a la esperanza de que el equipo está preparado para asaltar la mejoría definitiva en el campeonato liguero. Compitió hasta el cierre ante el Atlético de Madrid, quizás el gran favorito en esta edición de la Copa que ya tiene su cuadro de semifinales. Quería estar en él este Sevilla, pero ni expuso todas las premisas que deseó ni caminó de la mano del VAR en ese último suspiro de locura. Quique volvió a exponer una idea de juego similar a la reflejada ante el Getafe en la ronda anterior de Copa y muy diferente al choque ante el Girona que terminó con una goleada en contra. Es el plan que pretende instaurar en su Sevilla de cara a los próximos duelos. Solidez defensiva y verticalidad en su ataque. Del revés copero pretende pasar a la esperanza liguera.
Hay más expectativas que realidades en este Sevilla, pero el equipo de Quique está convencido de encontrar cierto hilo de regularidad en estos próximos duelos. La aventura copera sirvió para comprobar que el cuadro de Quique funciona mejor con todas sus líneas juntas y sin apenas riesgos. La realidad se asemeja mucho a la vivida la pasada campaña cuando aterrizó José Luis Mendilibar y el vuelo remontó. La zaga de tres centrales parece asentarse de forma definitiva y Quique confía en que piezas como Acuña o Lamela terminen de integrarse a nivel físico para ser importantes en su plan de juego. Con ello, tratará de priorizar la búsqueda de los puntos sobre todo lo demás.
El mercado le entregó a Quique algunas alternativas, aunque de momento éstas quedan a la espera de ser confirmadas con rendimiento. Sorprendió que el técnico dejara fuera de la cita copera al recién llegado Hannibal Mejbri, quizás el elegido para dar una vuelta de tuerca a todo ese entramado ofensivo del presente equipo sevillista. La idea de Quique es que su nuevo futbolista tenga un peso creciente en su idea de juego, al tiempo que Isaac Romero, el punta que dio el salto desde la cantera al no llegar ningún ariete a Nervión, toma un protagonismo definitivo en su sistema ofensivo. Hay muchas incógnitas aún en este Sevilla, que mira ya al choque ante Osasuna del domingo a sabiendas que se trata de su primera final de las muchas que llegarán.