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VALENCIA

Renovaciones con ‘flecos’: Baraja, Duro, Rivero y Jesús Vázquez

La ampliación de contrato de Baraja acapara la atención a un mes vista de que empiece el equipo la pretemporada.

Hugo Duro y Rubén Baraja.
David González

En el Valencia de Peter Lim las cosas de palacio van despacio. Que se lo pregunten sino a Rubén Baraja, que lleva dos semanas esperando una respuesta a su propuesta de renovación hasta 2026. De momento se ha cerrado la incorporación de Stole Dimistrievski, aunque todavía el club no la ha hecho oficial, y se les comunicó tanto a Roman Yaremchuk como a Selim Amallah que gracias por los servicios prestados y suerte en su vuelta a Brujas y Valladolid respectivamente. A partir de ahí, el Valencia tiene varios frentes abiertos y latentes por resolver en relativo corto plazo, dentro de un mercado que hasta terminar de confeccionar la plantilla se aventura desde el club que será largo.

El Valencia ha llegado al verano con 21 futbolistas del primer equipo con contrato en vigor al menos hasta 2025. A ellos hay que sumarle a Yarek, con ficha del filial, aunque vinculado 100% a la plantilla de Baraja. En esos 21 están incluidos, además de Dimitrievski, César Tárrega, que tras el ascenso del Real Valladolid regresará con dorsal del primer equipo, y también Samu Castillejo y Eray Cömert, los otros cedidos que tenía el Valencia por el mundo (Sassuolo y Nates) y que hoy en día tienen que volver. Entre esos 21 no se incluye a Cristian Rivero, que es uno de los casos que está el Valencia estudiando.

Rubén Baraja: el cuarto hombre

El Valencia tiene cuatro negociaciones de renovación en marcha, cada una con sus razones y peculiaridades. La que más está en el foco es la de Rubén Baraja. Al técnico se le quiere mejorar salarialmente el contrato por lo que ha hecho (cumplir objetivos y revalorizar la plantilla) y se le quiere ampliar hasta 2026 por lo que representa. Él está por la labor de seguir con su proyecto en Mestalla y también para asegurarse al menos un año más de contrato como señal de continuidad de cara al vestuario y por lo que pueda pasar cuando el balón comience a rodar. Esta renovación, tratándose el de entrenador de un puesto ejecutivo de alto rango, necesita sí o sí el OK de Peter Lim. Los detalles han llegado a Singapur y se está a la espera de que llegue una respuesta.

La de Baraja sería la quinta renovación de un técnico que afronta el Valencia en la era Peter Lim. Las otras cuatro fueron las de Nuno Espíritu Santo, Pako Ayestarán, Marcelino García Toral y la del propio Rubén Baraja el pasado verano. Ninguno de los tres primeros entrenadores llegó a cumplir íntegramente su vinculación tras la ampliación contractual. En el Valencia se confía en que la respuesta de Singapur llegue más pronto que tarde, mientras que Baraja asume esta realidad del club. Él tiene contrato en vigor y por ello está ya manos a la obra en la preparación de la próxima temporada, más allá de que su ampliación se concrete la próxima semana o se dilate más en el tiempo.

Hugo Duro: un encaje financiero

Los otros tres casos de renovaciones en ciernes son las de Cristian Rivero, Jesús Vázquez y Hugo Duro. Ésta última, la del delantero, tiene más de reconocimiento que de urgencia. A fin de cuenta tiene contrato hasta 2026. Pero los 13 goles que marcó en la pasada Liga más su vinculación en el equipo llevaron a sus agentes y al club a hablar de una mejora salarial. Esta se quiere encajar en términos contables sin que altere en demasía en el coste anual de plantilla. Y para ello la mejor estrategia es ampliar los años de duración de contrato y, a su vez, realizar una subida salarial escalonada. La intención no es otra que prorrogar en más año la amortización de su fichaje (pagó 4 millones de euros y le firmó por 4 años, es decir, su amortización es de un millón anual) y aprovechar la diferencia para mejorarle el salario. Así, por ejemplo, si le ampliaran dos años más, la amortización de los 2 millones que restan de su traspaso pasaría a ser de 500.000 euros.

Cristian Rivero: pensando a medio plazo

En cuanto a Cristian Rivero, conversaciones iniciadas la semana pasada aprovechando la visita a Corona en Paterna de su agente Javi Garrido, atiende más a razones de planificación. Rivero es el único futbolista de la plantilla, más allá de los cedidos, que acaba contrato el próximo 30 de junio. Rivero lleva toda la vida en la entidad y, pese al fichaje de Dimitrievski e inclusive a la intención de fichar otro portero en el caso de que saliera Mamardashvili, el Valencia no quiere perderle de su radar. Tampoco Rivero desvincularse para siempre del club. A sus 26 años, el club quiere renovarle más allá de que esté o no en la plantilla la temporada que viene, porque la opción de que salga cedido está en la mesa. Pero, por edad y prestaciones, el Valencia le ve en la plantilla a medio plazo (Jaume acaba contrato en 2025 y Dimitrievski ha firmado por dos años más otros dos opcionales) y ni tan siquiera se le puede descartar a corto, porque nadie tiene la certeza del momento del verano en el que puede llegar la oferta buena por Mamardashvili.

Jesús Vázquez: el factor de la lesión de Gayà

El último nombre en cuanto a renovaciones, que no el menos relevante, es el de Jesús Vázquez. El lateral acaba contrato en 2025. Es el único entre los jóvenes al que solo le resta un año de vinculación porque es también un caso diferente al del resto. La mayoría de los integrantes de La Quinta del Pipo han ampliado sus contratos en los últimos meses por clausulas que tenían en los anteriores vinculadas a su rendimiento. Son los casos de Mosquera, Javi Guerra, Diego López o Fran Pérez. Todos ellos ampliaron sus contratos al cumplir una serie de hitos deportivos (partidos con el primer equipo) y en la mayoría de los casos tanto los años de más como el salario a percibir (bajo para sus prestaciones actuales) estaba ya contemplado. Pero no es el caso de Jesús Vázquez, a quien tienen en su radar Osasuna y Getafe.

El Valencia y su agencia de representación han mantenido una primera toma de contacto para su renovación. De momento, las dos partes tienen voluntad de hablar para prorrogar el contrato y tienen previsto seguir haciéndolo, aunque las posturas en términos económicos están lejanas por lo que propone el club. Vázquez firmó por última vez con el Valencia en 2022, con un salario acorde a su contexto personal (19 años) y, sobre todo, profesional diferente, porque hoy Vázquez ya ha podido demostrar su valía en Primera. Pero su propuesta, aunque ajustada al momento de su carrera e inferior a lo que le ofrecerían en otros clubes, se sale de los planes del Valencia, cuya idea es renovarle sin aumentarle su salario y que trata a su vez de evitar que se acumulen las peticiones de mejoras salariales de los jóvenes a raíz de otra.

En los tiempos de la renovación de Vázquez sí hay un elemento ‘externo’ relevante: la lesión de Gayà. Más allá de la decisión deportiva que acabe tomando Rubén Baraja (colocar de lateral izquierdo a Vázquez, Foulquier, Yarek, Cenk…), el sustituto natural de Gayà, que estará de baja hasta mínimo octubre, es Jesús Vázquez. Y la dirección deportiva pretende que el joven lateral comience la temporada habiendo renovado su contrato, es decir, se quiere evitar que pueda ser titular en 8 o 10 partidos de Liga a pocos meses de ser agente libre. De ahí que este sí sea un tema que le urge al club resolver.

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