BARCELONA | RELATOS DEL CAMP NOU
El Metz y la maldición amarilla
Primera ronda de la Recopa 84-85: el Barcelona gana en Metz por 2-4. En la vuelta, al Metz le sobró tiempo para ganar 1-4. El Barça no volvió a vestir de amarillo.
Las supersticiones tienen su lugar en el fútbol y una de las más extendidas es la manía que le tienen algunos personajes al color amarillo, algo que también pasa en el teatro. El origen de la supuesta mala suerte del color amarillo en el teatro tiene su base en la leyenda de que Molière murió en escena vestido de amarillo. En el caso del Barcelona, el origen de la manía es una camiseta con la que el Barça se ha pegado algunos de sus batacazos más dolorosos.
Vestido innecesariamente amarillo con franja blaugrana el Barça dejó escapar una eliminatoria que controlaba por 5-2 a falta de una hora de partido ante el Metz, un equipo de segunda fila francés, que protagonizó una remontada inesperada. Se jugaba la primera ronda (dieciseisavos de final) de la Recopa 84-85 a la que el Barça llegó por la puerta de atrás. El curso anterior no había ganado nada, pero fue subcampeón de Copa. El doblete del Athletic, le llevó a Europa. En Metz, los blaugrana ganaron por 2-4 con total facilidad y dando una imagen de superioridad absoluta. Nadie daba un duro por los franceses, menos después de que Carrasco marcara el 1-0. Global de 5-2 y una hora por delante. Pero sin ninguna necesidad, el Barça iba de amarillo y al Metz le sobró tiempo para ganar 1-4. El Barça no volvió a vestir de amarillo.