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Barcelona

Relatos del Camp Nou: el 1 de octubre, las horas más tensas

Después de tomar la decisión de no jugar por los sucesos alrededor del referéndum ilegal de independencia, el vestuario hizo cambiar de opinión a Bartomeu y el Barça-Las Palmas fue el primer partido en jugarse a puerta cerrada en la puerta del Estadi.

Barcelona y Las Palmas posan antes de aquel partido.
ALBERT GEAREUTERS

El 1 de octubre de 2017, el Barcelona ganó a Las Palmas (3-0) un partido de la séptima jornada Liga en el Camp Nou. Marcaron Sergio Busquets y Messi (2). Pero esa no fue la noticia. Por primera vez en la historia desde su inauguración en 1957, un partido se jugó a puerta cerrada en el Estadi. Así lo decidió el club azulgrana en medio de un escenario importante de tensión por las circunstancias excepcionales que se vivían en Catalunya con motivo del referéndum de independencia convocado de manera unilateral y que se celebró en condiciones irregulares después de ser suspendido por el Tribunal Constitucional semanas antes.

El Barça condenó “las acciones llevadas a cabo en muchas localidades de Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos” en referencia a las cargas policiales que se produjeron en los colegios electorales y decidió jugar a puerta cerrada. Durante horas, sin embargo, el escenario fue otro: se barajó seriamente que el Barça no compareciese. Después de que la Junta llegase al quórum de no jugar, Josep Maria Bartomeu, entonces presidente, bajó al vestuario a comunicar la decisión a los futbolistas. Sólo tuvo el apoyo inequívoco de Gerard Piqué y Sergi Roberto, que consideraron que no se daban las circunstancias para jugar. El resto de los jugadores y el técnico, Ernesto Valverde, tuvieron claro que había que hacerlo porque, de no hacerlo, el Barça habría perdido 0-3 por incomparecencia y se le hubieran descontado, además, otros tres puntos en la clasificación de la Liga (artículo 77 del Código Disciplinario). El Barcelona, además, hubiera sufrido una multa de entre 3.006 y 12.021 euros y hubiese quedado obligado a indemnizar a Las Palmas.

Bartomeu intentó conseguir un informe de los Mossos d’Esquadra que desaconsejase la celebración del partido para ‘obligar’ a LaLiga y FEF a suspenderlo, pero ese documento nunca llegó porque el cuerpo policial tenía preparado el protocolo en caso de invasión de campo. Después de un par de conversaciones, la segunda muy subida de tono, entre Bartomeu y Joaquim Forn, entonces conseller d’Interior de la Generalitat, el Barça decidió jugar a puerta cerrada. Carles Vilarrubí, vicepresidente del área institucional, presentó su dimisión por la gestión del 1-0. También el directivo Jordi Monés, defensor de la legalidad del referéndum.