Relatos del Camp Nou: caso Figo, de los 110,9 decibelios al cochinillo
Las visitas del portugués al Camp Nou se convirtieron en eventos de alto riesgo. Competición cerró el estadio dos partidos, pero el Barça fue indultado por Villar.
Ídolo desde que aterrizó en Barcelona en 1995, capitán ya en su última etapa con Van Gaal, la marcha de Figo al Madrid generó una animadversión por el portugués pocas veces vista en los 66 años de historia del Camp Nou. En su primera visita, en el otoño de 2000, la bronca al portugués cuando fue anunciado por el speaker Manuel Vic alcanzó los 110,9 decibelios de ruido ambiental. Según el Centro de Desarrollo Acústico, algo parecido al paso de un avión jet a unos 300 metros. Durante el partido, en ningún momento se bajó de los 70,8 decibelios.
El ruido pareció no resultarle suficiente al Camp Nou, que el año siguiente fue cargado con todo tipo de objetos (pilas, cargadores, móviles, botella de whisky incluida) al Estadi. Medina Cantalejo llegó a parar el partido diez minutos. Nada, sin embargo, como la pequeña cabeza de cochinillo que Rodolfo Molina, fotógrafo de AS, vio caer desde el cielo en la zona de la portería que da a Travessera de les Corts. La foto del rostro del marrano entre Figo y Roberto Carlos bajo una valla publicitaria de Vodafone dio la vuelta al mundo. El Camp Nou fue clausurado con dos partidos que jamás cumplió (Competición retiró la sanción en 2005 en uno de los famosos indultos de Villar y dejó el castigo en 4.000 euros de multa). Gabriel Masfurroll, vicepresidente tercero del Barça en la época, aseguró que la foto podía haberse hecho fuera de las instalaciones del club. Luego, cuando también vio la imagen en el Sport, rectificó.