Reinier, muy lejos de las expectativas
El brasileño sólo ha jugado 62 minutos desde septiembre. Las lesiones, un lastre
Cuando el Girona anunció este verano la llegada de Reinier todos en Montilivi se alegraron. Un jugador de calidad, llamado a ser un hombre importante en un futuro y propiedad del Real Madrid. Algo que no se consigue todos los días. Tras una temporada más que discreta en el Borussia Dormund todos esperaban que Girona fuera el trampolín que necesitaba su carrera. Un ambiente perfecto para crecer, asentarse y reivindicarse como futbolista. Pero nada ha salido como se esperaba.
Y eso que las cosas empezaron bien para el brasileño. Míchel lo vio rápidamente como un jugador importante y lo protegió durante la pretemporada. Quería que llegara a los partidos oficiales en plenas condiciones físicas, pues era una de sus apuestas para el ataque del equipo. Y así fue. Se perdió la primera jornada, pero luego encadenó cinco jugando. Las dos primeras como suplente, los tres siguientes como titular. Marcó un gol ante el Valladolid y todo parecía ir de cara. Hasta que se lesionó. Unos problemas físicos que le impidieron seguir jugando en su mejor momento.
Esta lesión, muscular, le apartó del equipo en cuatro encuentros y reapareció, jugando solo unos minutos, contra Osasuna. Lo mismo hizo contra el Real Madrid. Y se volvió a lesionar. Una dolencia en el tendón del bíceps femoral cuyo tiempo estimado de baja eran seis semanas. Al final, estuvo fuera del equipo tres meses y medio. Reapareció a finales de febrero falto de ritmo competitivo y muy lejos del once titular. Ha jugado tres ratos desde entonces y ya no lo hará en los próximos dos partidos. Vio la roja ante el Espanyol mientras calentaba y ha sido sancionado con dos partidos.
Así pues, en resumen, la temporada de Reinier en Girona ha ido cuesta abajo. En total son diez partidos y 324 minutos, unas cifras ya de por sí pobres, pero es que desde su primera lesión los registros son dramáticos. Desde septiembre, cuando jugó en la jornada seis su único partido completo, ha disputado 62 minutos en seis meses y medio. Y las perspectivas no son halagüeñas. Con la llegada de Tsygankov y la buena marcha del conjunto de Míchel se hace difícil prever un escenario en el que vuelva a tener protagonismo más allá de los minutos finales de algunos partidos.