Récord y presión
El Barça buscará en El Sadar su octava victoria seguida para ver tranquilo el derbi madrileño. Osasuna, invicto en su campo que se llenará.
El FC Barcelona se enfrenta esta noche en El Sadar (21:00 horas por Movistar LaLiga) a una dura prueba para certificar su gran arranque liguero (sigue el partido en directo en AS.com). Una prueba que, de salir bien, tendrá doble premio. Pero para ello deberá superar a Osasuna, equipo muy serio en su casa como lo prueba el hecho de que no ha perdido ninguno de los cuatro partidos jugados como local: venció a Mallorca, Celta y Unión Deportiva Las Palmas y sólo cedió un empate ante el Leganés.
El primer premio que obtendría el Barcelona, en caso de ganar en Pamplona, sería el de igualar el mejor inicio liguero del equipo ganando los ocho primeros partidos, tal y como hizo en la temporada 13-14 con Gerardo Martino en el banquillo. Toda una gesta que sin embargo no valió para ganar el título, que se perdió en la última jornada cuando Mateu Lahoz anuló un gol a Messi contra el Atlético de Madrid por fuera de juego inexistente que costó el campeonato.
Por tanto, vistas experiencias anteriores, hacer proyecciones de cara a final de temporada con sólo ocho jornadas disputadas sirve de bien poco más que para engordar estadísticas que antes o después acaban rompiéndose. Lo que es más tangible es el efecto que tendría una hipotética victoria barcelonista en Pamplona, teniendo en cuenta que mañana domingo en el Metropolitano se enfrentan sus dos perseguidores directos en el derbi madrileño.
De sumar los tres puntos, el Barça podría sentarse tranquilamente el domingo a ver el derbi sobre un colchón de siete puntos sobre el Madrid y nueve sobre el Atlético.
Pero para que eso ocurra, el Barça va a tener que superar a un rival más sólido que vistoso. Siempre es complicado Osasuna en su campo, pero los de Vicente Moreno son conscientes de que es en su campo donde deben marcar las diferencias. Fuera de Pamplona únicamente han sumado un empate. Una consigna que también ha calado en la afición local, que llenará el estadio.
En el Barcelona se sigue estirando la manta de una plantilla demasiado corta y con una legión de lesionados en la que aparecen juveniles para refrescar piernas. Flick ya anunció ayer que habrá cambios y algunos podrían afectar a los más jóvenes, que están soportando una carga de minutos exagerada para su corta edad. Cubarsí podría descansar, pero la gran duda es la de si puede permitirse el Barcelona hacer descansar a su estrella Lamine Yamal. El récord puede depender de él.
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