“Raúl merecía ser parte de aquel Cosmos de Pelé y Beckenbauer”
Giovanni Savarese fue entrenador del Cosmos de Nueva York y allí coincidió con Raúl. Recuerda esa etapa del club, ahora en suspenso, con AS.
Giovanni Savarese (Caracas, 1971) fue delantero en su Venezuela natal, en Estados Unidos, en Italia, en Colombia, en Gales, en Inglaterra... Y como entrenador se entregó al relanzamiento del proyecto del Cosmos en la segunda década del presente siglo. Allí entrenó a Raúl. Ahora es analista de la MLS y recuerda con AS aquella época, además de analizar este Clásico de Nueva Jersey.
¿A qué se dedica ahora?
Como no estoy entrenando, aprovecho el tiempo para estar con la familia y también para trabajar en TV como analista de la MLS en Apple TV. Es muy interesante todo lo que está pasando en el fútbol en Estados Unidos.
Usted estuvo siete años en el Cosmos, hoy en suspenso. ¿Cómo lo vive?
Es un tema triste, me da nostalgia. Es un club histórico, muy pocos lograron lo que logró el Cosmos en su época, ser reconocido a nivel mundial. Si hablabas de fútbol en EE UU, hablabas del Cosmos. Con la MLS, el Galaxy ganó fama, pero el Cosmos siempre fue referencia. En mi época intentamos levantarlo, devolverle esa grandeza, con un gran marketing y con la academia, y luego ingresamos en la NASL (la segunda división americana en el momento) y competimos. Salimos campeones tres veces, el Cosmos estaba de vuelta. La intención era traer figuras, como Senna o Raúl. Recuerdo mi primera reunión con él, en Qatar, quedó muy contento, pero luego me tocó casi un año estar detrás de él, pero logramos traerle.
El Cosmos es el club original de Nueva York, pero no ha sobrevivido. ¿Ha sido injusta la ciudad con él?
Lo más lindo que dejó el Cosmos fue la generación de niños que se apuntaron al fútbol gracias a él. Fundó una base de lo que es el fútbol ahora en Estados Unidos. Sé que en un momento hubo la oportunidad de que el Cosmos ingresase en la Major League Soccer (MLS), pero se perdió esa ocasión y la MLS progresó, y ahí apareció el New York City. Es lamentable que el Cosmos no tenga su espacio, pero así ha sido.
¿Cómo fue el impacto de la llegada de Raúl?
Fue algo diferente. Capitán del Madrid, goleador histórico, una figura de entrega… Y donde iba, era querido, todos sabían quién era Raúl. Donde íbamos, se llenaba el estadio. Todos querían verle. Para él fue una buena experiencia, aunque seguramente él se merecía más ser parte de aquel Cosmos de Pelé y Beckenbauer, por calidad y trayectoria. Pero disfrutó de nuestra época, fuimos campeones con él y levantó el nivel de los que estaban alrededor de él. Todos querían demostrarle que tenía nivel, pasa ahora con Messi en Miami también. Fuimos unos privilegiados por tener un jugador como Raúl. Y gracias a él, a su nombre, nos invitaban a muchas pretemporadas y torneos, en muchos países. Y aprovechamos varias, hicimos pretemporada en Hong Kong, en Dubai, en El Salvador, fuimos pioneros en regresar a Cuba… Todo eso era por el nombre del Cosmos y el de Raúl, juntos.
¿Qué le sorprendió de él?
Como técnico yo le admiraba, pero queríamos a un jugador competitivo y que eso empujase al resto a igualar ese nivel. Él apretaba, día tras día, siempre al máximo nivel. En el campo, en el vídeo, en el análisis… Todo lo que se hacía, debía hacerse a alto nivel, era su exigencia, estaba acostumbrado a eso en el Madrid. Y con eso, arrastraba al resto. Si eras normal, sabías que no era suficiente, necesitabas algo más. Nos hizo crecer mucho.
¿Le sigue como entrenador?
Se le veía de jugador que apuntaba a entrenador, siempre está pendiente de detalles. Y es una persona de fútbol. Antes de los partidos, sin que hubiésemos enseñado los vídeos del rival, ya te los pedía él. Con su inteligencia futbolística, anticipaba las situaciones, veía las cosas antes que el contrario, y eso le sirve a él para entrenar también. No me sorprende que haya seguido ese camino, le sigo mucho, viví de cerca ese ascenso que casi sucedió (contra el Eldense). Mantenemos el contacto, somos amigos.
¿Cómo ve el ‘soccer’ en Estados Unidos, a dos años del Mundial?
La MLS entendió que el fútbol debe crecer en fases, cada una con su tiempo. Muchos no saben que esta liga empezó en 1996. No se puede comparar con ligas que arrancaron en el siglo XIX. En el comienzo fue necesario contratar jugadores conocidos para atraer a la gente al estadio, pero la idea siempre fue crecer en otros niveles: en la academia, en traer jugadores jóvenes de mercados emergentes y si se puede de Europa… Pero lo más importante es el crecimiento de la infraestructura, el marketing, la televisión. Y la calidad de fútbol va de la mano de eso, ahora es mucho mejor que antes. La MLS ya tiene su lugar entre los otros deportes estadounidenses. No va a tumbar a la NFL ni a la NBA, pero coexistirán.
El Madrid sin duda apuesta por Estados Unidos, año a año.
Son muchos los equipos de alto nivel que vienen por aquí. Y si hablamos de alto nivel, sin duda la barra más alta es el Real Madrid. Estos partidos muestran a la gente dónde debe estar el fútbol, aunque falten algunos jugadores. Éste es el estándar, esto empuja a los clubes de la MLS a asegurarse de que el producto siga siendo el mejor.
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