NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA

Raphinha desconcierta a los técnicos

En el staff consideran que el delantero brasileño se bloquea y ofusca en los partidos, impidiéndole ofrecer todo el potencial que exhibe en los entrenamientos.

Raphinha
RaphinhaQuality Sport ImagesGetty

Raphinha aterrizó en el FC Barcelona este verano con la etiqueta de ser uno de los jugadores más desequilibrantes de la Premier, con capacidad y recursos infinitos en el uno contra uno y con un potencial enorme todavía a explotar. De ahí que el club blaugrana asumiera el alto coste de la operación, pagando 48 millones al Leeds United mas la opción de 12 en variables, por hacerse con los servicios del brasileño, que venía avalado y representado por un ex blaugrana, Deco.

Los primeros días de Raphinha en el club fueron espectaculares. Su puesta en escena era inmejorable, en los entrenamientos las ‘enchufaba’ todas, su intensidad era aplaudida por los técnicos y el chaleco GPS no paraba de dar datos positivos sobre su rendimiento en el campo. Los primeros partidos de la pretemporada alimentaron aún más las buenas sensaciones, sobre todo tras su espectacular exhibición en el Clásico de Las Vegas, con golazo incluido.

Pero poco a poco todos estos argumentos ilusionantes se han ido difuminando. Dos meses después, Raphinha ha perdido la titularidad, su rol en el equipo en secundario y parece sumido en una crisis galopante de identidad. Es cierto que ofrece brotes verdes, pero sus apariciones son más decepcionantes que otra cosa. En Mestalla no fue una excepción: dio la asistencia a Lewandowski para certificar la victoria, pero falló un remate increíble con la portería vacía.

El desconcierto de los técnicos con Raphinha es absoluto, según ha podido saber AS. Y es que desde el club nos aseguran que los entrenamientos del brasileño son inmejorables, con un rendimiento altísimo y una eficacia sin precedentes de cara a puerta, pero que luego en los partidos se traduce en absolutamente nada. Esta dicotomía entre las sesiones de trabajo y los partidos empiezan a ocupar y preocupar al staff, consciente que el potencial del jugador es inmenso.

Los técnicos asumen, en todo caso, que han tenido que recurrir a Raphinha en perfiles diferentes al derecho, por necesidades puntuales de algún partido, y que esa circunstancia ha visto mermada su confianza. De ahí, que en sus últimas apariciones haya vuelto a jugar en la banda derecha, con resultados un tanto decepcionantes.

Ahora mismo, el cuerpo técnico considera que poner a Dembélé y Raphinha en el mismo dibujo dificulta el control y amarre de los partidos: pierden más balones que recuperan, convirtiendo el partido en un correcalles, donde el Barcelona suele acabar mal parado. La decisión ha sido drástica en este sentido: sacrificar un extremo y poner un cuarto centrocampista en el campo, que aporte mayor control y serenidad en el juego.

En cualquier caso, y según ha podido saber este diario, la confianza con Raphinha es absoluta. Los técnicos tienen la certeza de que, tarde o temprano, el brasileño explotará todo su potencial, ya que es sólo cuestión de tiempo y de confianza que acabe apareciendo. De ahí, que sigan insistiéndole que no baje nunca los brazos, que siga porfiando en todas sus acciones, que no deje de intentarlo y que siga trabajando sin descanso.