Ramos, de alumno a profesor

La presentación oficial de Sergio Ramos dejó momentos de enorme emoción en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Hubo aires de perdón y también de optimismo respecto a un futuro con el camero como uno de los líderes de este plan renovado de José Luis Mendilibar. Entre los muchos mensajes que le enviaron al defensor a través de un guiño del club, destacaron las palabras de alguien con el que compartió vestuario, Pablo Alfaro. “Ahora tienes que hacer tú lo que nosotros hicimos contigo. Coge a los jóvenes, a Gattoni, Nianzou, Kike Salas.. y enséñales. Será tu gran legado aquí”, esbozó el que fuera defensor. Y en ello confía el Sevilla, sabedor de la experiencia tomada por su nuevo jugador y las necesidades crecientes de que sus actuales centrales entreguen un salto cualitativo de forma casi inmediata.

Sergio Ramos tendrá una ardua tarea por delante. Él quiere ser protagonista sobre el césped y lo será en el doble sentido. Quiere dejar rendimiento en escena y también motivar a que el nivel defensivo del equipo sea superior al que reflejó en los últimos meses. Tras las salidas de Koundé y Diego Carlos, el equipo no encontró la fiabilidad atrás que deseaba pese a que Loïc Badé sí funcionó por momentos. El joven Gattoni, recién aterrizado y sin contar aún con la confianza de Mendilibar, Nianzou, que supuso una fuerte apuesta económica por parte del club sin que de momento haya atisbos de brillantez, incluso Kike Salas desde su salto del filial y su deseo de tomar un rol importante en Nervión. Hay motivos para la esperanza. Pocos centrales vivieron en la élite lo vivido por Sergio Ramos.

Mendilibar ya tiene a una referencia en sus entrenamientos y sabe cómo usarla también para que el aprendizaje sirva para todos. En ese sentido, el técnico confía en que la versión se Ramos se asemeje al menos a la que mostró en París durante la última temporada, en la que el físico le entregó un respiro en el capítulo de lesiones y se convirtió en una de las referencias defensivas del conjunto francés. En su discurso de regreso, el camero mostró la ambición que nunca abandonó. Mira a la Champions. Mira a la Liga. Incluso mira de reojo a la selección española. Una mentalidad casi infalible que le hizo romper todos los registros a lo largo de su carrera y trazar incluso un puñado de imposibles.