Radu despeja las dudas
El meta rumano ha encontrado en Vigo la estabilidad que se le resistía. Su buen momento en el Celta le ha permitido asaltar la titularidad en su selección.
El parón por fechas FIFA ha confirmado que Andrei Radu está de dulce. El cancerbero rumano, de lo más destacado del Celta en los últimos partidos, regresó a su selección tras dos años de ausencia y lo hizo como titular sumando dos victorias. Además, en el vital triunfo frente a Austria (1-0) para mantener vivas las opciones de ir al Mundial, firmó su primera portería a cero de esta temporada.
Aunque ha encajado en todos los encuentros que ha disputado como celeste, 8 jornadas de Liga y 2 de la Europa League, el sucesor de Vicente Guaita está dando la talla. Sus mejores actuaciones han tenido como escenario Vallecas, Stuttgart y, sobre todo, Elche, donde se anotó el MVP del choque a pesar a la derrota céltica. Excepto contra el Getafe y el Betis, el indiscutible meta titular de Claudio Giráldez ha logrado como mínimo un aprobado alto en el resto de partidos.
A base de paradas, especialmente tirando de reflejos, Radu ha despejado las dudas que lo acompañaron en sus primeras semanas en Vigo. Una mala noche en Braga y una tremenda pifia contra el Vitória SC en otro amistoso en Portugal lo pusieron en el ojo del huracán. Tampoco ayudó a generar confianza entorno a su figura que el club siguiese sondeando guardametas en el mercado tras fichar al rumano, ni los vaivenes de su trayectoria profesional.
A sus 28 años, el portero de Bucarest ha gozado de escasa estabilidad a lo largo de su carrera. Desde que en 2016 debutó en la élite con el Inter de Milán defendió la camiseta de otros siete equipos hasta que el pasado verano terminó su vinculación con el club nerazzurri. Para encontrar su único precedente de una temporada prácticamente entera como titular (33 partidos) hay que remontarse a su préstamo en el Genoa en la campaña 2018-2019. Probó suerte en Inglaterra con escaso protagonismo el Bournemouth, bajó en Francia con el Auxerre y también perdió la categoría la pasada primavera en las filas del Venezia en la Serie A.
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Más que su currículum, el Celta valoró sus cualidades para incorporarlo a coste cero y ofrecerle cuatro años de contrato. Una apuesta arriesgada, que empieza a funcionar. A los retos de la Liga y de la Europa League, dado que en la Copa del Rey todo apunta que el cancerbero elegido va a ser Iván Villar, se ha añadido el de la clasificación para el Mundial. Rumanía se la va a jugar a todo o nada el 15 de noviembre. Si en la visita a Bosnia-Herzegovina gana por más de un gol de diferencia, estará en la repesca. Una misión nada sencilla, otra más, para un superviviente como Radu.
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