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RAYO - REAL MADRID

Quique Peinado e Ignacio Pato escriben al Rayo: “Es un derbi entre dos mundos en una misma ciudad”

Las páginas de ‘A las armas’ y ‘Grada Popular’ tienen a Vallecas y al Rayo como protagonistas. AS charla con sus autores antes del partido contra el Real Madrid, un duelo cargado de simbolismo.

Quique Peinado e Ignacio Pato posan para AS con el libro ‘Grada Popular’.
DANI SANCHEZDIARIO AS

Vallecas y el Rayo también se leen. Ambos son protagonistas de los libros Grada Popular (Panenka, 2022) de Ignacio Pato y A las armas (Libros del KO, 2015) de Quique Peinado. Eso sí, con diferente enfoque. “Grada Popular es un paseo emocional por ocho aficiones, ocho ciudades y ocho clubes que representan una idea. He intentado contar el fútbol desde una óptica social o la sociedad desde el fútbol”, explica Nacho, su autor, que ha puesto la lupa también sobre Liverpool, AEK, Nápoles, Velez Mostar, Olympique de Marsella, Rapid Viena y Besiktas. “El del Rayo es el mejor capítulo”, asegura Quique, cuya obra —encuadrada en la colección Hooligans Ilustrados— es más personal. “A mis hijos les digo, nosotros existimos por el Rayo. Mi padre, Enrique, era de Vallecas y mi madre, Visitación, de Valladolid. Ella se vino a trabajar aquí muy jovencilla y se conocieron porque eran de la Peña Sierra Díaz. Iban a lo que mi madre llamaba las excursiones del Rayo, un sitio guay para conocer gente”, cuenta el conocido periodista. Su particular batalla ahora es que sus hijos, que viven en el barrio de Tetuán, abracen la Franja: “Yo les voy lavando el cerebro. Los llevo al estadio y para un niño conocer a los jugadores es la hostia. ¿Cuántos de su clase pueden decir que han visto a Isi salir de detrás de una valla o que Fran García los metió dentro para hacerse una foto con ellos?”.

Vallecas es diferente, por lo que es y por lo que representa. Ahí nadie disiente. “Es dignidad, la de un barrio de personas trabajadoras que saben lo que es madrugar, sudar, echar cuentas, ayudarse unos a otros y también celebrar la vida, como en las Fiestas de la Karmela. El libro lo componen fotos de un mundo que va desapareciendo, pero Vallecas no sucumbe”, argumenta Nacho, con conocimiento de causa, ya que es de Moratalaz, aunque actualmente reside en Barcelona: “Mi cole estaba cerca de donde empieza Vallecas y en los cumples de mis compañeros iba a sus casas. Era muy natural cruzar allí”. Ahí están las raíces de Quique y ahí continúa viviendo su hermana. Él no entiende al Rayo sin Vallecas, ni Vallecas sin su Rayo. “A mis hijos les digo, tú no quieres a tus amigos porque jueguen mejor al fútbol o saquen mejores notas, así que no tienes que querer a tu equipo porque gane. No sé si sirve, pero es mi manera de intentar que no se hagan de Madrid, Atleti o Barça. De uno de esos transatlánticos”, afirma.

“Es muy sano que el aficionado neutral anime al humilde”

SIMPATÍAS

Quique —embajador del rayismo en prensa, radio y televisión—, mira al derbi del lunes con optimismo: “Le podemos meter mano al Madrid. El Rayo está como un avión, de confianza y de todo”. Este partido y sus dos contendientes da para la reflexión. “Hay un componente de dos mundos, pese a ser de la misma ciudad. Recuerdo perfectamente las veces que hemos ganado al Madrid y a lo mejor a otros equipos no”, razona el autor de A las armas. Nacho, por su parte, esgrime: “Hay algo muy sano en el fútbol, que el aficionado neutral tiende a animar al humilde... por el simbolismo. Pero no quiero perpetuar esos mitos, ni generalizar, sino ahondar en la paleta de grises. Me cuesta etiquetar al Madrid, es inmenso, con gente de todo tipo, también trabajadora. No me aferro a esa idea romántica del ‘Matagigantes’, el Rayo es mucho más”.

Quique y Nacho se llevan dos años, pero su primer contacto con la Franja coincide: el ascenso de la 88-89. “Mi padre murió cuando yo era muy pequeño y su hermana me llevó por primera vez al campo con su marido, mi tío Luis, socio del club. Saltamos la valla y bajamos al césped. Cogí un poco. Ahí me hice del Rayo”, rememora el vallecano. Esa alegría también llegó a Moratalaz, como atestigua Nacho: “Veía camisetas, se hablaba de Riesco, Férez, Hugo Maradona, Cota... En ese instante surgió la conexión”. En su obra, Grada Popular, aparecen iconos como Felines y Míchel. “El debate sobre si Trejo es el mejor de la historia ya se puede abrir. Verle jugar es increíble, chocan con él y no le quitan el balón”, apunta Quique, destacando también su amor por el barrio y sus valores. Ese que comparte con la afición, la esencia del fútbol, ahora hecha libro.