Quique no confía en la unidad ‘B’
El entrenador no ha movido el once de Sevilla en el último mes. Los únicos cambios los ha realizado por fuerza mayor, el último Gudelj por la lesión de Badé.
Quique Sánchez Flores tiene una idea muy clara de su Sevilla. Después de coger al equipo el pasado mes de diciembre tras la desastrosa etapa de Diego Alonso, ha limado la plantilla con el paso de las jornadas hasta encontrar su once prototipo y utilizar a jugadores únicamente de su confianza. Pese a tener un extenso plantel de 28 efectivos a su disposición. Ante el Atlético de Madrid en LaLiga instauró la defensa de tres centrales para así tener una mayor seguridad defensiva. Desde entonces, el entrenador sevillista solo ha rotado por fuerza mayor en las últimas seis citas del campeonato nacional. A pesar de recuperar efectivos de la enfermería de forma constante en las últimas semanas, se encuentra en una posición firme con jugadores de su confianza. Hasta siete jugadores no se han movido del once desde la victoria ante el equipo colchonero.
El once del Sevilla en los últimos meses ha pasado de incertidumbre a ser más que reconocible. Con piezas fijas como Nyland en portería. Badé, Ramos y Kike Salas en el centro de la zaga. Navas, Ocampos y Acuña en banda, como única posición con variante. Soumaré, Sow y Óliver como interiores. Y arriba, En-Nesyri e Isaac. El resto han pasado a ser jugadores de carácter revulsivo o de un segundo escalón para Quique Sánchez Flores. Tras los titulares, Gudelj, Lukebakio y Suso han sido los únicos que se han convertido en efectivos de garantías desde el banquillo para el técnico madrileño. El caso del gaditano es el más evidente. Suma seis encuentros con participaciones a partir de la segunda mitad, una media de 26 minutos en los últimos partidos y el primer cambio en los últimos dos enfrentamientos. Gudelj, por ejemplo, tras su lesión ha regresado tanto como centrocampista ante el Almería como central, por delante de jugadores disponibles en su posición natural como son los casos de Marcao o Nianzou, que han pasado a un segundo plano tras recuperarse de sus respectivas lesiones.
Con Quique Sánchez Flores también ha habido varios ‘sacrificados’ como es el caso de Pedrosa, quien ha jugado tan solo un encuentro como titular de los últimos ocho. Un jugador que ha sido de los más regulares durante toda la campaña, el cuarto con más minutos acumulados. Pero la recuperación de varios titulares le ha hecho perder el puesto ante Ocampos y Acuña. Ejemplos similares son Juanlu, Lamela, Dmitrovic o Jordán, quienes se han visto relegados a un protagonismo menor en el terreno de juego. También se encuentran en una situación parecida los recién llegados del mercado invernal que, hasta la fecha, han tenido una presencia meramente simbólica. Los casos de Agoumé, Hannibal y Veliz, este último descartado por decisión técnica en el último partido de LaLiga.
Por último, Quique también tiene jugadores con los que, directamente, no cuenta, como son los casos de Januzaj o Rafa Mir. Ambos ocupan espacio en una plantilla que, de forma efectiva, no son parte. El delantero lleva sin ser convocado casi dos meses por decisión técnica por detrás de canteranos. Una plantilla excesivamente larga, con una unidad ‘B’ que ni aporta ni se confía en ella para la parte final de la temporada y con escasas opciones de muchos de esos jugadores en seguir el próximo curso.
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