Quique debuta “sin miedo” en una final para Granada y Sevilla
Apenas un día después de coger las riendas, el técnico madrileño visita esta noche un Los Cármenes que vive tan o más necesitado de puntos que el club nervionense.
Quique Sánchez Flores llegó ayer a Sevilla, entrenó por la tarde y pocas horas después de firmar hasta 2025 se enfrenta hoy a su primera ‘final’, en Los Cármenes. Se juega esta noche un derbi andaluz con dos equipos muy necesitados: los nervionenses ya rozan el abismo, empatados a puntos con ese Celta que ocupa el puesto 18º, y los nazaríes, penúltimos, no ganan desde agosto. El uruguayo Medina no ha arreglado nada todavía y el Granada apenas ha sumado un punto en los últimos tres partidos. La fragilidad defensiva está siendo el talón de Aquiles de un equipo que en los 17 partidos disputados no ha conseguido mantener ni una sola vez la portería a cero (sigue el partido en directo en As.com).
Quique sustituye a otro charrúa, Diego Alonso, y se convierte en el quinto técnico que pasa por este Sevilla desastroso en los últimos 15 meses. Hoy viaja en un bus repleto de jugadores canteranos por culpa del camión de bajas que ha golpeado el Ramón Sánchez-Pizjuán, con Rakitic (sancionado) y Sow (tocado también) como últimos ausentes.
A duras penas podrá componer el técnico madrileño una alineación decente ante el Granada, en el que presumiblemente Medina repetirá once. El preparador charrúa no es amigo de las rotaciones. Así, Sergio Ruiz y Gumbau volverán a llevar la manija con Villa como enganche. La recuperación del olfato goleador del tridente de arriba con Uzuni, Boyé y Bryan es vital para que los rojiblancos empiecen a sumar de tres en tres. Un partido dramático que puede dejar a los granadinos muy tocados en el último encuentro del año para ellos. El Sevilla aún debe visitar el Metropolitano, el próximo sábado.
Tan malo, o peor, podría ser para un Sevilla que ha ido acercándose al hoyo poco a poco hasta comenzar a quemarse. Pero Quique prefiere mirarlo con optimismo, “sin miedo” anunció en una presentación marcada por los ojos brillosos del que vuelve a un lugar al que esperaba regresar para ser feliz. Al Getafe lo sacó de ahí en su última aventura como entrenador, hace dos campañas, aunque el año pasado los malos resultados condenaran su tercera aventura azulona. Esta noche, a los pies de La Alhambra, aquel hombre maduro que de adolescente que se hizo simpatizante sevillista en tardes de domingo, cuando acudía a la grada de Nervión, comenzará a intentar poner al Sevilla en el sitio que ha solido ocupar durante los últimos años.
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