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BARCELONA | BALDE

“Quién sabe lo que habría sido de mí de no ser por el deporte...”

Tras coronarse campeón de LaLiga con el Barcelona, Alejandro Balde repasa su primer año en la élite, Xavi, recoger el testigo de Jordi Alba o el racismo en el fútbol.

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A sus 19 años, Alejandro Balde se ha hecho dueño de lateral izquierdo del FC Barcelona. Ocupado durante una década por Jordi Alba, el hispano-dominicano ha cogido el testigo del de Hospitalet. El rápido ascenso de Balde hasta la élite del fútbol mundial le ha llevado a ganar una liga, una supercopa de España y ser convocado para el Mundial en apenas un año desde su debut con el Barça. El lateral explica en GQ los primeros pasos de su carrera.

Además de influir en lo deportivo, el lateral quiere servir de referente a los jóvenes que, como él, han vivido la exclusión: “El deporte es fundamental en los barrios marginales como el mío porque apartan a los niños de las malas decisiones. Si no hubiera sido por el deporte, quién sabe lo que habría sido de mí”. Nacido en Barcelona, Balde sabe de la importancia de que “los niños puedan ver que alguien como yo ha llegado al Barça y a la Selección saliendo del mismo sitio que ellos”.

La situación de Balde en su juventud provocó que tuvieran que hacer sacrificios para que pudiera seguir jugando al fútbol. “Mi madre me llevaba a los partidos en metro. Nos hemos recorrido Barcelona en transporte público para ir a tantos campos... Mi padre era el que tenía coche, pero estaba trabajando siempre”, explica el catalán. “A lo mejor otras familias dicen ‘hasta aquí’ y no están dispuestas a hacer tantos sacrificios. Cuando eres pequeño también te pierdes cosas, pero ahora ves que todo ha merecido la pena”, admite.

El racismo no ha escapado a la vida de Balde. Destaca que él nunca lo ha vivido en el fútbol, pero sí en la calle donde “es más difícil de parar”. Por ello, quiere que los recientes insultos a Vinicius sirvan de punto de inflexión: “Ante el primer insulto racista se debería parar el partido y no se debería volver a jugar. Eso haría que la gente dejara de hacerlo. En el fútbol sí que se puede hacer algo importante”.

Aunque lo haya evitado en el césped, su vida ha estado influenciada por el racismo. “En el mundo del fútbol yo no he tenido ningún problema de racismo, pero sí que lo he tenido en la calle. Tanto mi familia como yo. Cuando era pequeño recuerdo querer jugar un partido en un parque y los niños decirme a mí y a mi hermano que sus familias no les dejaban jugar con negros. Mis padres han tenido problemas para conseguir trabajo por el color de su piel. A mi hermano le han parado y le han pedido la documentación sin sentido. Te dicen ‘¿Qué estás haciendo aquí?’ solo por tu color de piel”, concluye Balde.

Vinicius no es el único que ha tenido problemas de odio esta temporada. Nico Williams, extremo del Athletic y compañero en la Selección en el pasado Mundial también se ha visto atacado en el pasado. Balde intentó mandarle su apoyo: “Le escribí, le dije que no hiciera caso, que los que le insultaban eran gente que no tiene vida que se esconde detrás de las pantallas, que no tienen respeto. Le pedí que intentara olvidarlo”.

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Recién coronado como campeón de liga, Balde es una de las nuevas caras jóvenes que están dando forma al nuevo Barça. Xavi, Piqué, Jordi Alba... han dado paso a Pedri, Gavi, Araujo, Balde... que han cogido el testigo. El cambio de guardia ha estado totalmente influido por la generación anterior. En este caso dirigida por Xavi desde el banquillo. El barcelonés describe así a su técnico: “Xavi hace mucho hincapié en el sistema y en corregir nuestros errores. Es un entrenador muy cercano, se nota que ha sido jugador, es muy importante para nosotros”.

El entrenador de Terrassa ha confiado en Balde desde el comienzo de temporada. Comodín en ocasiones, fue un parche en el lateral derecho hasta afianzarse finalmente con su banda natural. Fue en la segunda jornada cuando se dio cuenta que sería clave en la primera plantilla: “El primer partido no jugué ni un minuto. En el segundo, contra la Real Sociedad, fui titular y di mi primera asistencia con el primer equipo. Ahí fui consciente de que podía ser importante, que era mi momento”.

El otro espejo en el que mirarse es claro, Jordi Alba. Balde admite su incidencia en su desarrollo: “Ha sido fundamental para mi progresión. Me ha ayudado en todos los entrenamientos, me ha dicho cómo tengo que defender, cómo atacar. También me ha ayudado mucho en la Selección, yo llegué de nuevas y me dijo cómo colocaba los laterales Luis Enrique”. Con carreras paralelas en sus inicios el hispano-dominicano confiesa que siempre le estará agradecido.

El Barcelona ha ofrecido dos caras esta campaña, un rodillo en competición doméstica y fragilidad en Europa. Al conjunto de Xavi le han sobrado cuatro jornadas para salir campeón de Liga, con once puntos de diferencia sobre el segundo. “El Madrid no regala nada. Seguro que a ellos les hubiera gustado ganar LaLiga. Es un título muy difícil que premia la regularidad y por el que hemos luchado durante 9 meses. La gente puede opinar lo que quiera, pero hemos ganado con esfuerzo”, saca pecho Balde.

La otra cara de la moneda es la eliminación en grupos de Champions y en primera ronda de la Europa League. Hace autocrítica sobre la situación: “En Europa nos ha faltado competitividad. También hemos tenido lesiones en momentos inoportunos, había muchos fichajes nuevos... pero no hay excusas”. El objetivo para la próxima temporada es claro en el vestuario: “El año que viene vamos a darlo todo por la Champions, es el título que más queremos”.

Tras su primer año en la élite, Balde confiesa quienes son los rivales que más le han impresionado: “Musiala en el Mundial y Kimmich, del Bayern de Múnich. También me ha sorprendido mucho Modric, que tiene 37 años y parece que tiene 20, es una locura cómo juega”.