Prados declinó “muchas veces” jugar en Osasuna
“Lo que vale es la felicidad, y la felicidad te la da el Athletic”, lanza el mediocentro navarro en previsión de futuras ofertas foráneas.
Beñat Prados (Pamplona, 8-2-2001) es un rojiblanco de cuna, como Unai Simón - “es una bendición tenerle en el Athletic”-, apunta orgulloso el centrocampista del portero internacional, que le secunda en su amor incondicional a unos colores por encima de cantos de sirena: “Yo siempre he sido del Athletic, lo he tenido muy claro. Muchas veces me ha llamado Osasuna y cuando me llamaba tenía claro que lo que quería era que me llamara el Athletic y no se iba. Seguía en La Txantrea, que era convenido del Athletic. Lo que quería era jugar en el Athletic y por eso me vine aquí”, remata.
Prados, que ingresó en cadetes División de Honor en 2015 a Lezama, renunció a su entorno más sensible: “Tengo un hermano gemelo y allí lo hacíamos todo juntos y dejas a la familia. También dejas a los amigos, que son de Osasuna a muerte, pero quieren lo mejor para mí y están contentos de que esté en el Athletic, aunque les gustaría que estuviese en Osasuna. No es así y no va a poder ser”, reitera en una entrevista en la televisión EUP!DOTB. “Lo que vale es la felicidad y la felicidad te la da el Athletic”, subraya en previsión de futuras ofertas.
Un mediocentro que tras descollar en el Bilbao Athletic y foguearse en la cesión en Segunda en el CD Mirandés (39 partidos) con Joseba Etxeberria de míster, apunta que en su demarcación resulta vital “tener efectividad en el pase mirando hacia adelante los balones”. Ruiz de Galarreta es su ejemplo más cercano, de regreso a la disciplina del Athletic ocho temporadas después: “Es increíble cómo juega, me gusta un montón”, narra Prados. Su implicación a este vestuario ya convenciendo por su polivalencia a Valverde, es claro: “Es la hostia, somos todos de aquí, hago planes con los del equipo y después venimos a entrenar, es algo increíble”, relata el volante navarro presumiendo de su rol en la vida, con su estreno este curso en Primera División a sus 22 años participando en cinco partidos.