Pitos a Olmo en Yeda
Antes del calentamiento, la aparición del español en pantalla inició una sonora pitada. En la presentación por megafonía, división de opiniones.


Sonido de viento en el King Abdullah. El receptor, Dani Olmo. Algo más de una hora antes del silbatazo inicial algunos jugadores del Barça han saltado al césped para tener una primera toma de contacto. Lo habitual. Una charla relajada, aún de chándal, antes de ponerse el uniforme y arrancar el calentamiento. Hasta ahí, todo normal. Pero cuando la realización ha comenzado a enfocar a diferentes protagonistas, la aparición de Olmo en las pantallas de los fondos norte y sur de la joya brillante desató una sonora pitada.
Fue breve. Hasta que cambió la imagen y desapareció el futbolista, pero una declaración de intenciones. El King Abdullah se llenará y se espera una mayoría blanca en las gradas. Y a la primera oportunidad, hablaron. Una manera ruidosa de expresar su sentir respecto a la decisión tomada por el CSD. Aunque minutos después, cuando megafonía presentó a todos los jugadores, hubo división de opiniones al aparecer Olmo, ya con la grada más igualada, y los aplausos se impusieron a los pitos..

Suplente
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Olmo no fue titular, porque Hansi Flick repitió once respecto a la semifinal. Pero tuvo un protagonismo importante en la segunda parte donde destacó por su trabajo defensivo. Una oportunidad que aparece tras una decisión, la cautelarísima, antónima a la tomada inicialmente por LaLiga y la RFEF. Una situación que ha protagonizado la semana en Yeda. Tanto, o más, que el fútbol. Primero por la incertidumbre. Después por la decisión del CSD para habilitar a Olmo y Pau Víctor. Todo seguido por el súmmum. Por la celebración de Laporta (butifarra) y su aparición “vergonzosa” en el palco en la que cargó contra los presentes. Las aguas, no obstante, se calmaron en la recepción organizada por la RFEF. Hubo apretón de manos entre Louzán y Laporta y una disculpa. Ya la había habido por teléfono y la hubo, aunque velada, en el Marriot de Yeda (”el fútbol es emoción”).
También un mensaje donde Laporta dejó claro que se arrepiente del cómo, de su reacción, pero defendió el qué: “Esta Supercopa ha estado envuelta por una polémica, que es la inscripción de algunos jugadores, que afortunadamente ya se ha resuelto y estarán disponibles para nuestro entrenador. Podíamos haber evitado esta situación si hubiéramos aplicado la normativa correctamente”. Cerró con un mensaje conciliador: “Pero bueno, el caso es que ya se ha solucionado y podrán jugar la final”. Así será, aunque la parte blanca de la grada se ha encargado de exponer su sentir a las primeras de cambio.




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