Piti: “Míchel ha perfeccionado el fútbol que hacíamos con Paco Jémez”
El mediapunta es historia del Rayo. Es parte de dos ascensos, el Tamudazo y la mejor clasificación de la historia. Suyo fue uno de los goles que dieron a la Franja su primer triunfo en San Mamés.
Apenas se le conoce como Francisco Medina Luna, pero todo cambia con su apodo. Piti, de 42 años, sigue yendo a Vallecas cuando el trabajo se lo permite. Hace doblete en el Lamia, donde ejerce como director deportivo y aprende en el cuerpo técnico. Ahí quiere encaminar sus próximos pasos, hacia los banquillos. Paco Jémez es el espejo donde mirarse y le gustaría incluso “trabajar con él”. Aguarda una oportunidad con la misma predisposición con la que esperaba el balón para hacer magia con su zurda. Esa que el rayismo no olvida y que le llevó a tener su propia peña. La única que viste con el nombre de un jugador, pero no de uno cualquiera. Piti continúa yendo a Vallecas y siendo del Rayo. Su equipo. Y parte de su esencia, como la zurda…
-¿Cómo está y en qué anda metido ahora?
-Bien, todavía sigo en Grecia. Estoy de director deportivo, pero en diciembre termino contrato. Mi deseo es venirme ya para España, después de haber ido adquiriendo experiencia. Ahora lo que quiero es empezar como entrenador en un equipo que me ilusione.
-Usted colgó las botas y dio el salto a la dirección deportiva. ¿Cómo fue el cambio?
-Terminé mi carrera en Grecia cuando ya me empecé a notar más pesado, que no estaba del todo cómodo... El Lamia me planteó ser director deportivo y estar a la vez en el cuerpo técnico. Algo similar a lo que hizo Míchel con Paco Jémez, en su día, como director del área de metodología. Así estoy aprendiendo y cogiendo rodaje.
-¡A Lass se lo llevó a Grecia!
-Sí, lo conocía de hacía mucho tiempo. Es buen chico y buen jugador, pero quizá por su cabeza o por decisiones que toma mal en su vida nunca ha llegado a sacar todo su provecho. Intentamos que en Grecia recuperara ese fútbol. Estuvo enchufado los primeros partidos y luego se diluyó. Allí no es un fútbol fácil porque es muy físico.
-¿Dónde se ve más: de director deportivo o en un banquillo?
-Pues allí tengo dos puestos. He llevado a bastantes jugadores como director deportivo y el equipo está muy bien, en la sexta posición. Y a la vez, he estado en el campo con ellos, porque mi objetivo siempre ha sido entrenar. Es la hora de regresar e intentar alguien me dé la oportunidad.
-¿Le gustaría entrenar al Rayo?
-Me encantaría. El Rayo es mi equipo. Me gustaría poder comenzar ahí. No digo en el primer equipo, sino en la cantera.
-Muchos compañeros han dado el salto, como Míchel. ¿Le veía capaz de triunfar?
-Míchel tenía madera de entrenador. Él tenía una idea muy clara. Con Paco Jémez cogió experiencia y luego tuvo diferentes oportunidades. Lo disfruté como compañero y ahora lo estoy haciendo como uno de los mejores entrenadores de Primera.
-Suele ir por Vallecas, ¿cómo ve al Rayo?
-Muy bien. Con Iraola me gustaba mucho. Era un equipo alegre, valiente… Y Francisco ha intentado seguir esa dinámica y lo ha mejorado un poco a nivel defensivo. Quizá se ha perdido algo de alegría en ataque. Lo bueno es que hay cambios de jugadores y entrenadores, pero sigue la misma idea y da gusto verlo.
-Al Barça se le ha atragantado el Rayo…
-Es muy complicado jugar en Vallecas. La mayoría de equipos sufre porque el Rayo le mete muchísima intensidad. Cuando vienen aquí y se creen que pueden ser superiores por el escudo, lo pasan mal. Lo que más me gusta es que este Rayo compite de tú a tú con cualquiera.
-¿Qué relación tuvo con el Barça?
-Estaba, digamos, como en una Fundación del Barcelona. Cada año me llamaban para probar, desde los alevines, pero nunca recibía la llamada para quedarme. En cadete hice grandes partidos de pretemporada y ahí me dijeron que sí. Me llamaron a casa para que me quedara en el Barça. Sin embargo, mis padres se mudaron y fueron ellos quienes dijeron que no. No me lo contaron hasta que pasó un poco el tiempo. Ya no me afectó porque al final el jugador que tiene que llegar llega. Estoy orgulloso de eso.
-Volviendo al Rayo, el gol se les resiste y De Tomás lleva dos partidos en los que no ha tenido ni un solo minuto.
-Es diferente al de aquella primera etapa. Míchel ha perfeccionado el fútbol que hacíamos con Paco Jémez. Con Paco éramos muy valientes. Demasiado. Míchel también apostaba por ir al ataque, combinar, llegar por las bandas con muchos jugadores en el área… Eso a RdT le beneficiaba mucho en aquella primera etapa. Con Iraola se perdió un poquito, combinaba bien, pero con menos jugadores. Y Francisco igual. Nadie va a descubrir ahora a RdT. La confianza la dan los goles y los veremos otra vez. El fútbol no se pierde de la noche a la mañana. Y Francisco, de una manera u otra, debe dar con la tecla para recuperarlo y tenerle enchufado, porque sería importantísimo para el Rayo.
-Usted marcó 18 goles el año del octavo puesto. ¿Cómo recuerda aquel año?
-Fue inolvidable. Me acuerdo mucho de Paco Jémez. Me marcó y me fijo en él como técnico. Te decía las cosas a la cara. No dejaba que te relajaras y te sacaba el máximo. Me gustaría incluso trabajar con él. Creo en su idea de fútbol. Es una persona de la que aprender. Un referente. Y ojalá podamos ver al Rayo otra vez en lo más alto de la clasificación y en Europa.
-¿Se puede soñar con eso?
-Soñar es gratis. El Rayo tiene la mejor afición de Primera. Sin duda alguna. Se me pone la piel de gallina cuando voy al campo. No hay afición que haga sentir eso a los jugadores. No hay otra igual. Lo primero es asegurar la permanencia, aunque el Rayo debe seguir sumando para pelear por Europa.
-Ha estado presente en varios ascensos, el Tamudazo, el octavo puesto… Prácticamente en todas las fotos importantes de las últimas décadas.
-Han sido muchos años y he vivido de todo. Con los Ruiz-Mateos, al principio, todo era de color de rosa y después, se torció con los impagos. Y a pesar de eso, se consiguió un ascenso. Tuvo mucho mérito. Es más, si tuviera que elegir un partido sería el del Betis. Mi gol supuso una victoria importantísima. Eran semanas duras por la situación que estábamos viviendo…
-Tuvieron que prestarse dinero unos a otros por los impagos.
-Así fue. Movilla pudo ayudar a algún jugador que otro para que pudiera pagar su casa o su coche. Con el tiempo te vas dando más cuenta de las cosas que vivimos entonces.
-¿Y recuerda aquella última charla con sus familia?
-Paco Jémez es un sargento, pero con un corazón que no le cabe en el pecho. De puertas para dentro nos apoyaba siempre. Estábamos consiguiendo algo histórico y que nos llevara a la familia ese último encuentro nos encantó. Lo recordaremos siempre. Disfrutaba tanto de un entrenamiento como de un partido. Además, la conexión con la afición era increíble.
-¿Qué compañero le marcó más?
-Pachón ha sido más que un compañero un hermano. Recuerdo mucho también a Cubillo. Eran increíbles para jugar al fútbol y disfrutar del día a día.
-Usted participó en la primera victoria del Rayo en Liga en San Mamés.
-Eso es, quedamos 1-2. Marcó Lass desde fuera del área y yo, de penalti.
-¿Cómo ve el Athletic-Rayo del sábado?
-El Athletic es muy vertical. Siempre ha sido un equipo muy difícil de ganar, sobre todo en su campo, y tiene jugadores muy buenos. Mira los Williams…
-Nico ha renovado hasta 2027. ¡Le quiere el mundo entero!
-Lógico. A jugadores como él, cada vez, los vemos menos. No sé por qué motivo. No sé si será por los entrenadores que buscan más lo físico que el talento. Pero encontrar un futbolista así con físico, talento, regate… Lo tiene todo y, por eso, está tan valorado en el mercado.
-Hábleme de sus experiencias en India y Grecia.
-Estaba pasando por un momento muy complicado futbolísticamente. No estaba teniendo minutos, venía de una lesión que prácticamente me dejó el dique seco más de tres meses y no tenía buena relación con el entrenador. Vivir otras experiencias y otro fútbol fue una decisión acertada. De todo se aprende.
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