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BARCELONA

Piqué, a Gil Manzano: “¡Es una puta vergüenza, me cago en tu puta madre!”

El defensa fue al centro del campo al descanso para llamarle la atención a Gil Manzano. El árbitro extremeño siguió su paso y el central, en su despedida, lo persiguió hasta la caseta donde vio la roja.

La retirada del fútbol de Gerard Piqué acabó en... ¡expulsión!. Gil Manzano, el árbitro del encuentro, reflejó en el acta unas duras palabras que le profirió el central tras conocer su expulsión. “Una vez comunicada al Delegado de Club la expulsión de este jugador, este continuó repitiendo las mismas expresiones descritas en el apartado de Expulsiones, teniendo que ser introducido en su vestuario por personal de su club, mientras se dirigía a mí en los siguientes términos: “¡Es una puta vergüenza, me cago en tu puta madre!”, recoge el árbitro en el apartado de Otras Incidencias.

Antes, en el acta, en el apartado de Expulsiones, Gil Manzano indicó que Piqué fue expulsado por el siguiente motivo: “Una vez finalizado el primer tiempo, estando ya en el interior del túnel de vestuarios, por dirigirse a mí en los siguientes términos: “¿Has visto qué córner nos has pitado? Eres el árbitro que más nos ha jodido con diferencia”.,

Los hechos se produjeron tras las acciones polémicas del primer tiempo. El central catalán saltó al césped cuando Gil Manzano pitó el final del primer tiempo para increparle por sus decisiones. El árbitro no quiso escuchar al capitán culé y siguió hacia el túnel de vestuarios, y Piqué fue tras él. Dentro de la caseta las protestas provocaron la expulsión de Gerard Piqué en el último partido de su carrera. Piqué se retira con un nuevo récord en el Barcelona. Con esta tarjeta, se convierte en el jugador del club que más expulsiones ha recibido, igualando las 11 de Stoichkov.

Aunque Xavi no le diese la oportunidad de ser titular en su despedida (la relación entre ambos ha quedado muy deteriorada), Piqué jamás ha pasado desapercibido y no lo iba a hacer en su último día. “Me gusta dar la nota”, ha dicho siempre. Y lo hizo. Molesto por las decisiones de Gil Manzano en la primera parte, y seguro que pensando en lo bien que quedaría delante del socio una protesta pública de lo que el culé consideraba agravios, esperó a que sus compañeros se retirasen al vestuario para acercarse al colegiado extremeño y afearle sus decisiones de la primera parte.