Pintus se pone al volante
La importancia de la preparación física toma especial relevancia en una temporada donde Ancelotti planea cambiar el dibujo para exprimir las virtudes del equipo.
“A Pintus le encanta matarnos. Es su trabajo. Pero sí, lo amo”. Sincero, Jude Bellingham dibujaba sus primeras sensaciones bajo las directrices del sargento de hierro. Algo más de una semana en Valdebebas para llegar a Los Ángeles con el nivel de intensidad por las nubes. En UCLA, Militao y Vinicius bromeaban al encontrarse por primera vez con el preparador turinés. “Los Ángeles es buenísimo, pero este tío no es buena persona”, deslizaba el central en la universidad angelina. “Método Pintus otra vez, madre mía”, se unía Vini. Si en líneas generales el trabajo físico es fundamental, en la 2023-24 será clave, con una plantilla asentada en un nuevo sistema que apuntaba a ser mucho más vertiginoso que en temporadas anteriores y ya se está comprobando. Se extraía de los primeros ensayos en el país de las barras y estrellas y se confirma los primeros amistosos contra Milan y United. Especialmente en la segunda parte ante los rossoneri y en la primera frente a los red devils Por ello, Pintus es fundamental.
A pesar de que el balón ha tenido bastante protagonismo en los entrenamientos, la condición física de la plantilla es estupenda y desde el club están encantados con las primeras sensaciones en Estados Unidos. “Están como toros”, se escuchaba estos días en el Wallis Annenberg cuando Davide Ancelotti y Franceso Mauri comenzaban a perfilar los primeros ejercicios. Presión intensa, intensísima, que ha provocado incluso algún susto como el de Vinicius el primer día, cuando un golpe en una disputa le hizo echarse al suelo dolorido del tobillo. Anécdota, pues volvió al campo sin problema, pero ejemplo de que el Madrid ha comenzado su estadía en Estados Unidos con el pie en el acelerador. Y no podrán pisar el del freno. El viernes comenzaron las dobles sesiones en territorio yankee y en el turno de tarde, según pudo saber este periódico pues ha sido a puerta cerrada, ha sido “una paliza”.
Los nuevos ya le han ‘sufrido’ y para algunos como Güler, con un físico aún por desarrollar al 100% a sus 18 años que ya se ha resentido -aún no ha debutado por unas molestias en la pierna derecha-, encontrar la madurez física a través del entrenamiento será la llave para unos minutos que Ancelotti le prometió que tendría cuando el fichaje aún no estaba sellado. La confianza del club y del cuerpo técnico en Pintus es total. Su reputación le respalda. También los resultados. Pero este curso, el reto será incluso mayor. Para que el nuevo dibujo tenga sentido, Carletto necesita que la plantilla vuele. Necesita que su sargento sea más férreo que nunca con su método. “Encima, encima, que no piense”. “Con él, con él”. Sobre el césped angelino se ha observado al Ancelotti más vehemente, más demandante. Sus chicos están respondiendo, pero el de Reggiolo siempre ha tenido un “más, más” preparado para que no se atemperase el nivel de intensidad. Tras la remontada al Milan en Pasadena reconoció que todavía “hay cosas que modificar” y en la zona mixta tras ganar al United se mostró más satisfecho: “Está saliendo bien”.
Potenciar la plantilla
En los últimos años, el Real Madrid ha ido perfilando un relevo generacional que Modric y Kroos, con su batería eterna, están permitiendo que sea lo más dulce posible. No obstante, el modus operandi del club blanco en el mercado ha ido incorporando purasangres. Valverde, Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Tchouameni y ahora Bellingham. Futbolistas que se encuentran mucho más cómodos con espacios, para aprovechar su zancada, su velocidad, su potente conducción. El inglés, sin ir más lejos, ya ha regalado alguna cabalgada en UCLA de esas que conquistaron la Bundesliga. La importancia de la preparación física toma especial relevancia para exprimir las virtudes del equipo y potenciar una plantilla que, en palabras de Ancelotti, mejora a la del curso pasado.
Una vez arranque la temporada, el 12 de agosto contra el Athletic, el trabajo de Pintus será más reconstituyente que potenciador. Sobre todo con un calendario donde la sobrecarga de partidos será una constante. De ahí que ahora sea su momento. Y más si los goles de Benzema (31 la temporada pasada, 44 la anterior) deben ser reemplazados por verticalidad. “¿El sustituto de Karim? Ya lo tenemos, puede ser el cambio de sistema”, puso Ancelotti sobre la mesa. Midiendo, eso sí, los picos de esfuerzo para no sobrepasar los límites. “No se trata de destruir al tipo y tratar de hacerlo vomitar en cada práctica”, explicaba a AS Fabrice Gautier, osteópata de confianza de Tchoaumeni, analizando la importancia de los descansos. Exprimir el verano de la manera más óptima es la llave para que las piezas del puzle encajen.