REAL MADRID | TEJERO Y HERNANDO
“Pintus me puso como un avión en 15 días”
Álvaro Tejero y Manu Hernando conocen la forma de trabajar del preparador físico del Madrid. Sufrieron sus ‘palizas’ en pretemporada y desgranan en As su famoso método.
Se mantiene al margen. No le gustan los focos, pero su éxito habla por él. Antonio Pintus (Turín, 60 años) es uno de los principales responsables de los logros blancos en las últimas temporadas. Todo un avezado en la preparación física que llegó al club en el verano de 2016, de la mano de Zidane, y ha echado raíces en la capital, con un paso por el Inter (2019-21) de por medio. En estas fechas su nombre sale cada año a la palestra. Su método, por efectivo, es uno de los más sonados en el mundo del fútbol y le ha llevado a conquistar tres Champions, dos Ligas, una Copa del Rey, tres Supercopas de Europa, dos Supercopas de España y cuatro Mundiales de Clubes con el Madrid. Quienes le han tratado saben de primera mano que no es casualidad.
Álvaro Tejero (26 años), hoy jugador del Éibar, completó dos pretemporadas a sus órdenes cuando era canterano blanco. La primera (16-17) tuvo lugar en Canadá y la segunda, en territorio estadounidense, con punto de partida en UCLA (Los Ángeles), donde nuevamente el Madrid ha fijado su cuartel general este verano. El madrileño guarda un grato recuerdo de las prácticas de Pintus: “No sé si es porque soy lateral y estoy acostumbrado a estar físicamente bien, pero su forma de trabajar me gustaba especialmente. Me sentía muy identificado con ella”.
Según Tejero, Pintus iba a lo práctico, pero con ideas muy claras: “No eran ejercicios súper rebuscados, pero mantenía un equilibrio y lo tenía todo calculado. Se centraba en lo básico, en lo importante”. La organización, de acuerdo con las palabras del defensor, era absoluta. Cada sesión estaba medida al milímetro: “Por la mañana solía hacer primero un poco de preventivos en el gimnasio, acompañados de ejercicios de fuerza, tren superior y mucha movilidad. Después, metía series de carrera en las que iba incrementando los ritmos, y siempre terminaba con algo de balón”.
“No eran ejercicios súper rebuscados, pero mantenía un equilibrio y lo tenía todo muy calculado”
“Joder, cuando tocaba correr se corría pero bien”, recuerda Manu Hernando (25 años). El nuevo central del Amorebieta, entonces juvenil recién ascendido al Castilla, compartió estancia con Tejero en la primera (16-17) de las dos giras a las que asistió Álvaro, y ratifica sus palabras: “Nosotros (los juveniles) habíamos acabado la temporada un poco más tarde, por lo que los primeros días de carrera hacíamos un poquito menos que los del primer equipo (habían tenido una o dos semanas más de vacaciones), y aún así era una locura. Ya cuando empezamos a hacer todo el trabajo que hacían ellos, imagínate. Estaba muy jodido en los primeros entrenamientos y Pintus me puso como un avión en 15 días”.
“Un tío muy dicharachero y cercano”
En el plano personal, los dos excanteranos elogian su talante y coinciden en que el turinés “era un tío muy dicharachero y cercano con los jugadores, pero serio cuando había que serlo”. Lo desarrolla Tejero: “Bromeaba con nosotros, nosotros también con él… Una relación muy buena y muy sana. Yo subía del filial y me trataba como uno más. No hacía distinciones de ningún tipo, se comportaba con todo el mundo por igual”.
El madrileño destaca su implicación y compromiso: “Siempre que necesitabas ayuda, él estaba dispuesto para poder echarte un cable. Le definiría como una persona metódica, trabajadora y disciplinada. Se habla del método Pintus, y con razón. Tiene la disciplina y el trabajo muy presentes y por eso ha llegado donde ha llegado”, concluye.