VILLARREAL 1 - REAL VALLADOLID 2
Pezzolano: “Supimos jugar los 100 minutos al máximo”
El entrenador del Real Valladolid reconoce que “estos tres puntos no los esperaba nadie” y su consecución gracias a un “excelente partido” de sus pupilos.
El Real Valladolid consiguió la primera victoria con Paulo Pezzolano al mando, en otro partido vivido intensamente y con sufrimiento hasta la conclusión, como fue el de su debut, pero con un final feliz. El técnico reconoció la capacidad de su equipo para “jugar los 100 minutos al máximo” y realizar “un excelente partido”, en el que el Villarreal les aculó por momentos, y sin embargo, no consiguió neutralizar algunos de los cambios implementados ya por el charrúa.
¿Cómo ha vivido estos 90 minutos de locura?
El fútbol y todo en la vida son emociones; vivimos así: el fútbol te da en 90 minutos todos los momentos que una persona vive en su vida, te sentís impresionantemente bien, te sentís mal porque te hicieron un dribbling, te sentís súper bien porque lo quitaste... esas emociones las vive un jugador en el terreno de juego y se viven afuera. Estoy muy orgulloso, como el partido pasado, aunque hubo 15 minutos en los que nos desenchufamos y nos costó el triunfo; esta vez el equipo supo jugar los 100 minutos al máximo. A veces los jugadores son criticados porque no se consiguen triunfos, pero yo entré a un club nuevo y veo a la gente comprometida al 100%, y eso te facilita todo. A la afición le pido que siga apoyando, que va a haber momentos duros, sin duda, pero también lindos como este. Vamos a lograr el objetivo juntos. Sabemos lo que empujan, lo que sufren y lo que van a estar disfrutando. Estos tres puntos no los esperaba nadie, pero sabíamos que los podíamos conseguir e hicimos el partido excelente para llevarnos los tres puntos.
¿Le parece clave haber marcado tan pronto?
Sí, los tiempos del partido nos fueron a favor. Tuvimos para convertir algún otro y aprovechar el momento y las emociones del partido; el rival también sufre esos pequeños detalles y debilidades y eso lo tenemos que aprovechar, y creo que lo hicimos. Entre tantas emociones hay que aprovechar los momentos de fortaleza propia y de debilidad del rival y los momentos de debilidad propia reconocerlos y hacernos fuerte como equipo.
¿Hasta qué punto esperaba esta transformación del equipo en tan poco tiempo?
Lo importante es que los jugadores se han adaptado rápido a corregir algunos detalles; por momentos nos salieron bien y por momentos no tan bien. Obviamente, nos gustaría jugar con bloque alto y hacer otra cosa, pero estos rivales te van llevando a bloque bajo por su volumen de juego y por la calidad de los jugadores; había que saberlo llevar. Estamos pidiendo y trabajando constantemente en competir y el equipo lo ha hecho desde el minuto cero, así que estoy muy orgulloso de ellos. Entendimos cómo se juega un partido de estos para llevarnos los tres puntos.
¿Ha encarnado Hongla el espíritu del equipo?
Me imagino lo que debe estar pasando por dentro después de pasar a su padre. Decidió quedarse con sus compañeros y se entregó al 1.000. Se merecía este triunfo por lo que dio por los compañeros y por lo que dio por la camiseta. Sabemos que la familia también sufre mucho cuando no ganamos.
¿Cómo ha vivido los momentos posteriores a la expulsión?
Tapándome los oídos y encerrándome en el vestuario; no quería saber nada y quería que solo pasara el tiempo. Hay una bicicleta ahí dentro y me puse a hacer bicicleta (ríe). Si con la impotencia sigo mirando... Era importante desenchufarme, porque al no poder hacer nada, te da la desesperación. Lo único que hacía era mirar el reloj y desear que terminase el partido, que los jugadores se lo tenían merecido.
¿Teme una sanción importante?
Lo único que dije era “fair play, fair play”, y no era tanto para los árbitros como para el equipo rival, porque vos sabés cuando un equipo está perdiendo tiempo y vos sabés que cuando tienes un jugador en el suelo en el área chica, cortar la jugada es fair play. En esa jugada hay un pisotón, fue una alta, nada contra los árbitros. La decisión es de ellos, pero me llamó la atención que viniera con la roja directa, porque levantaba los brazos y pedía fair play al equipo rival, porque teñían un compañero tirado dentro del área chica y buscaban esa ventaja para hacer el gol. Ellos saben que no me pueden dar más de una fecha porque nunca les falté al respeto y que cuando vino el árbitro le pedí fair play, nada más.