Pellegrini-Medina, 18 años después
Un gol anulado marcó la campaña 2005-2006 para ambos. Hoy lideran las ganas de despertar del Betis y la ilusión por renacer del Granada. Cardoso y Piatkowski optan al estreno.
Betis y Granada quieren puntos que activen sus esperanzas. Las del equipo verdiblanco por escapar de una crisis real. Las del cuadro nazarí por romper lo imposible. Tienen a dos técnicos llenos de perseverancia para tratar de encender las luces del Villamarín. Pellegrini y Medina esquivan diferentes adversidades y viven un reencuentro casi 18 años después de un gol que no fue gol pero que debió serlo. Fue en febrero de 2006 en El Madrigal. Con 1-1 en el marcador entre el Villarreal de Pellegrini y el Cádiz, el Cacique Medina anotó un tanto que fue anulado por considerar Rafa Guerrero que había rematado con la mano. No era así. “Nunca he querido hacer daño con una decisión”, admitió después el juez de línea. El equipo gaditano, con el uruguayo en sus filas, terminó en Segunda. El club castellonense, liderado por Pellegrini, arañó un billete a la Intertoto (sigue el partido en directo en AS.com).
La vida, hoy, es otra. El VAR cambió eso para siempre. 18 años después de aquel desenlace inesperado, Manuel Pellegrini y Alexander Medina viven capítulos de necesidad en Betis y Granada. El chileno quiere apagar fantasmas al vivir la que quizás sea su peor crisis en estas cuatro temporadas en Heliópolis. Se despidió de la Europa League, discutió con Guardado y firmó un triste adiós en la Copa. El Betis de Pellegrini aprendió siempre a levantarse. Pero hay interrogantes sobre si esta caída es más preocupante que las demás y si Europa comienza o no a disfrazarse de utopía. El uruguayo, mientras, quiere ser héroe en Granada y ya trazó algunas líneas de belleza tras vencer al Cádiz la pasada semana. La calculadora dice que es posible sobrevivir en esta historia que aún tiene muchos capítulos por contar.
El Betis llega a la cita con un puñado de bajas y otro puñado de incógnitas. Pellegrini se centra en los que están sabiendo que algunos de ellos siguen más ausentes que presentes. El efecto Isco comienza a desinflarse y todos esperan que Fekir intervenga en el plan. ¿Está para ello? Con una medular tocada, Guardado aspira a tomar los mandos tras su reconciliación con Pellegrini. El técnico cruza los dedos para que su equipo se parezca más al del pasado y menos al del presente. Y quiere gol, el que parece perdido. El que ni Willian José ni Borja Iglesias quieren olvidar aunque parezca viajar en un avión de papel. Johnny Cardoso, el elegido para suplir a Guido, se estrena en la lista y quiere sus primeros minutos para dejar claro que no es un invitado secundario.
Más claridad hay en la apuesta del Granada pese a esos escasos once puntos que refleja la clasificación. Hay una sonrisa instalada en el grupo tras el triunfo ante el Cádiz y Medina aprieta en la idea de que los esfuerzos siempre tienen su recompensa. La suya, la pretendida, es la de salvar a un Granada que se renovó hasta la revolución. El último en ser inscrito es Hongla. Piatkowski quiere formar en la zaga con Bruno Méndez mientras arriba la libertad es para Bryan Zaragoza. Él tiene el fútbol imprevisible que necesita su equipo para soñar con conquistar el Villamarín. Ganar o ganar. Betis y Granada no quieren escuchar ni medio sollozo de una realidad diferente a eso.
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