Pedrosa se despide del Espanyol y pone rumbo al Sevilla
El lateral izquierdo asegura que “siempre que pueda vendré al estadio a animar al equipo” y cierra una etapa de nueve años y de 112 encuentros como jugador del primer equipo.
Era un secreto a voces desde el verano pasado, cuando la renovación de Adrià Pedrosa con el Espanyol se enquistó de tal manera que su marcha se daba por segura. El lateral izquierda se despedirá este viernes como futbolista del Espanyol después de 112 encuentros oficiales y nueve temporadas entre el fútbol base y el primer equipo, y sin dejar un euro en la caja pese a ser uno de los defensores con mayor proyección de la Liga. Su destino, el Sevilla (con el que ya había llegado a un acuerdo hacía meses), club que jugará la próxima edición de la Champions. “Quizás hay un reencuentro en el futuro”, deja la puerta abierta Pedrosa.
El Espanyol ha hecho oficial su marcha y el de Gavà, que ha pasado de puntillas esta campaña debido a sus lesiones que le mantuvieron fuera de los terrenos de juego un año (”este año fue el más duro de todos, la lesión fue un fastidio. Pasé por el quirófano, fueron meses duros. Trabajé cada día, pero son cosas en las que el cuerpo manda”), se ha despedido con unas últimas palabras de agradecimiento y de amargura: “En el Espanyol me he formado como jugador y como persona. He tenido la suerte de clasificarme para Europa y el mal sabor de boca de vivir dos descensos. Estoy convencido de que este equipo volverá rápidamente a Primera División. Siempre que pueda intentaré venir al estadio a animar al equipo”, comentó.
Pedrosa debutó en la temporada 2018-19 con Joan Francesc Ferrer, Rubi, en un encuentro de Copa del Rey ante Las Palmas. Ese mismo curso ya demostró su velocidad y sus cualidades defensivas, lo que le llevaron a ser un asiduo de la Sub-21. Y al Espanyol a Europa, su mejor recuerdo: “Meterme en Europa fue lo mejor. Jugué casi todo al final, ese partido ante la Real fue maravilloso”. En la campaña 2019-20, el jugador vivió el primer revés, un descenso donde, como el resto del equipo, rindió a un nivel menor. Fue clave al curso siguiente en el ascenso, pero ese verano saltó por los aires su relación con la dirección deportiva. Francisco Rufete lo puso en el mercado y, aunque tuvo propuestas, ninguna cuajó, por lo que el lateral se quedó en la entidad a solo dos años de acabar contrato y sin la predisposición de renovar. “Tuvimos dos descensos que son momentos que marcan, pero llevo nueve años, he crecido como futbolista y persona. Quiero recordar los momentos bonitos. Me voy con un buen sabor de boca”, comentó.
La llegada de Dominga Catoira, que ya estaba en el equipo de Rufete, no mejoró las relaciones y Pedrosa, que se lesionó en abril de 2022, puso fecha de caducidad a su marcha. Se ha despedido por la puerta de atrás, jugando poco y con un descenso. Sus posibilidades como jugador perico eran infinitas debido a sus condiciones, pero la inestabilidad deportiva del Espanyol y sus ganas de vivir otras experiencias han pesado. El lateral se irá a un club Champions después de un camino que define como “una montaña rusa”. El Espanyol se queda en Segunda en busca de regresar a la elite.