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RAYO VALLECANO | PATHÉ CISS

Pathé Ciss: “Mi padre aún me llama para corregirme tras los partidos”

Francisco podrá contar con el pivote ante el Getafe. Una buena noticia para empezar el año. Después, Pathé afrontará uno de sus desafíos más especiales, la Copa de África.

Pathé Ciss posa para AS en la Ciudad Deportiva del Rayo.
EDUARDO CANDEL REVIEJODIARIO AS

Pathé Ismaël Ciss (Dakar, 1994) sale del vestuario haciendo bromas y luciendo una enorme sonrisa para atender a AS. Le sobran los motivos. Es protagonista en el Rayo y con la selección. Vivió un Mundial y ahora asoma otro gran reto, el de la Copa de África. El centrocampista se enrolará en las filas del vigente campeón, Senegal. De su amplia familia aprendió a amar el fútbol, pero también el respeto y la humildad. De jugar en la calle, a disfrutar de cada partido y de cada día como un regalo. De su etapa en Portugal, otro más de los cinco idiomas que controla (senegalés, francés, inglés, portugués y español). Del Fuenlabrada, a creer en sí mismo. Allí conoció a su hermano Nteka y a Juan Pedro Navarro, el director de la cantera rayista, fallecido en verano de 2023. Juampe le ayudó a integrarse en Vallecas, ese lugar donde se siente en casa, y con la Franja, donde cuenta con la confianza de Francisco. El míster podrá alinearle para el derbi del Metropolitano, que se disputará justo antes de haga las maletas para seguir sumando experiencias y cumpliendo metas con las que ni siquiera llegó a soñar. Este senegalés, que pertenece a la etnia Serer, sigue creciendo y sonriendo. No hay mayor secreto.

—¿Cómo está el equipo después de las vacaciones?

—Ya hemos cogido otra vez el ritmo. Después de la mala racha y de parar, nos sentimos más fuertes. Nos está faltando el gol. Nos cuesta marcar y así no nos da para ganar partidos. Últimamente estamos trabajando mucho las finalizaciones.

—¿Cómo ve al Getafe?

—Está en una buena dinámica con jugadores como Mayoral y Greenwood, que están a un nivel muy top. Vamos a tener que darlo todo para sacar un resultado positivo.

—Le tocará frenarlos…

—Y así lo haré.

—A nivel personal está teniendo un papel mucho más protagonista.

—Me encuentro superbien con Francisco. Estoy jugando más y, al final, eso es lo que necesita un futbolista, la confianza de su entrenador.

—Hábleme del míster.

—Iraola y él son diferentes, pero la forma de jugar del Rayo no ha cambiado. Seguimos los mismos, tenemos la misma mentalidad que antes…

—El último día del mercado invernal de 2022 se frustró su fichaje por el Lyon. Ahora es protagonista en Vallecas.

—No ha sido fácil. La temporada pasada no me sentía cómodo porque no jugaba mucho, pero creo que todo lo que pasa es por algo. Y no hay que darle vueltas a lo que ha sucedido, sino seguir trabajando para crecer. Quizá quedarme era lo mejor para mí y ahora está dando sus frutos. Estoy jugando y me siento bien con el entrenador.

“Queremos defender el título, en aquel equipo jugó mi hermano Saliou”

Su selección

—¡Se le ve feliz!

—Soy una persona muy feliz. Siempre estoy sonriendo. Es mi forma de ser y me va bien.

—Ha crecido como jugador y ha dado el salto a la selección.

—Sí, venir al Rayo y jugar en Primera me ha hecho evolucionar y me ha abierto las puertas de Senegal. Lo necesitaba para crecer y estoy muy agradecido.

—¿Cómo es vivir un Mundial?

—Es muy especial. De niño ni me imaginaba algo así. Cuando vas creciendo, te vas marcando objetivos en el fútbol y era uno de los principales. En el primer partido contra Países Bajos, estaba en el banquillo y no dejaba de pensar: ‘Estoy en un Mundial, voy a disfrutarlo al máximo’. Eso me ha marcado.

—Fue el aperitivo a lo que viene ahora, la Copa de África.

—Estoy muy ilusionado. Es mi primera. La pasada edición la ganó Senegal, así que vamos con un papel un poco más complejo. Vamos a intentar defender el título. No va a ser fácil.

—¿Su familia sigue viviendo en Senegal?

—Sí, está toda allí, menos mi hermano que juega en Francia y vive con su mujer. En mi país se encuentran mi padre, mi madre, mis hermanos y hermanas… Ahora con la selección voy más, pero antes iba solo dos veces al año.

—¿De dónde le viene su pasión futbolera?

—De mi familia. Mi padre jugaba al fútbol, de extremo o lateral. Bueno, hasta mi madre y mis hermanas jugaban, aunque ellas para divertirse. He seguido sus pasos.

—Su padre Ibrahim luego se hizo entrenador…

—Está en la academia del Diambars y yo estuve con él…

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EDUARDO CANDEL REVIEJODIARIO AS

—Eso puede ser una bendición o una tortura…

—Fue más una tortura (risas). No me lo ponía fácil. A los otros sí, pero a mí me daba caña, me gritaba… Era para hacerme mejor. Aún me llama después de los partidos y me corrige: ‘Ismaël, eso no lo hiciste bien’. Cuando nos juntamos hablamos mucho de fútbol y en la tele ponemos sólo fútbol.

—¿Y su hermano Saliou?

—Es jugador profesional también. Es zurdo y lateral izquierdo, como mi padre (risas). Es el que está en Francia y fue campeón de la Copa de África en 2021 con Senegal.

—¿Le dan consejos?

—Sí. Con mi padre sí hablo sobre la vida, cómo hay que comportarse… Mi familia me ha inculcado valores como el respeto y la humildad. Hemos aprendido a no creernos más que nadie.

—¿Ya jugaba al fútbol de niño?

—Se jugaba mucho en la calle. Antes no teníamos ni botas y ahora ya hay más campos y mejores condiciones. Las cosas están cambiando. Los niños tienen más oportunidades.

—¿Quién era su ídolo?

—Javier Pastore. Le cambié la camiseta cuando jugamos contra el Elche. En este vestuario hay jugadores a los que veía en la tele, como Falcao o Trejo. Que ahora sean mis compañeros es algo muy especial.

—¿Cómo fue aquel salto de Senegal a Portugal?

—Me vine con dos amigos y eso me ayudó. Menos mal que tenía a alguien con quien hablar al principio. Nos costó mucho porque no hablábamos el idioma. Ni ellos inglés. Tuvimos que aprender portugués.

“Dicen que el Rayo es muy pesado, que Madrid y Barça no nos ganan”

Senegal

—¿Se conoce el Rayo en Senegal?

—Ahora sí (risas). Cuando voy allí me dicen que somos muy pesados. La mayoría de la gente es de Real Madrid o Barça y como últimamente no nos ganan… (risas). No fue hasta mi etapa en Fuenlabrada cuando empecé a oír hablar del Rayo.

—Allí coincidió con Nteka…

—Es como un hermano. Llevamos muchos años juntos y nos entendemos bien. Es muy majo, pero muy loco también (risas).

—¡También coincidió con Juampe!

—Era increíble. A mí me ayudó mucho para integrarme aquí. Cuando fiché por el Rayo no sabía que él se había venido y fue una suerte tenerlo.

—¿Qué aprendió en el Fuenlabrada?

—Muchas cosas. No fue fácil. Aprendí que en el fútbol hay que trabajar duro y creer en uno mismo para salir adelante.

—¿Qué le gusta de Vallecas?

—Es un barrio que me encanta y me recuerda al mío de Senegal. En Vallecas me siento como en casa.

—¿Se considera un privilegiado?

—No me esperaba vivir todas esas cosas. No es que sea muy buen jugador, sino que Dios ha escogido ese camino para mí. Me ayuda pensar en positivo, de mí y de los demás.

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