Parón ‘anticalendario’

No es habitual tener cinco días libres en plena temporada. Menos si cabe con un calendario kilométrico, en crecimiento constante y que está intensificando las ampollas hasta sacar la palabra “huelga” a la superficie. Pero la plantilla del Madrid los tendrá. A medias y con mucho asterisco, eso sí. Porque la idea no es otra que utilizar esta ventana FIFA para reconstituir el físico. Ayer hubo entrenamiento y no habrá trabajo grupal de nuevo hasta el martes. Grupal, porque los no internacionales se regirán por un ‘plan Pintus’ individualizado y los lesionados seguirán picando piedra en Valdebebas. Un parón ‘anticalendario’.

Real Madrid

• España

NoticiasEstadísticas

Hay dos casos puntuales, los puntales. Mbappé y Vinicius. Como ya detalló AS, el pacto de Kylian con Deschamps tenía como objetivo, una vez solventado el problema muscular que le dejó sin derbi, el recargar pilas (no pudo hacerlo en verano) y ponerse a punto, a su punto. Una pequeña pretemporada para recuperar su mejor nivel, con mejores números (siete goles y una asistencia) que sensaciones. El bondynois es consciente, de ahí su ausencia con Francia. Mbappé se marchará a un centro de preparación y potenciación externo, bajo las pautas y el control del Madrid.

Ampliar

Vinicius, por su parte, ejecutará una planificación híbrida respecto al resto de lesionados. Un problema cervical en el tramo final del duelo ante el Villarreal, después del misil que selló el triunfo (2-0), le hizo abandonar el campo. Confirmada la lesión, se quedó en tierra. Un problema menor que no le impedirá estar ante el Celta (19 de octubre), pero que necesita mimo. Es una zona delicada y desde el club se quiere evitar, lógicamente, sobrecargarla. Trabajo, también descanso. Así están planteados estos cinco días para el de São Gonçalo. Alternará Valdebebas con reposo. Hasta el martes, ahí comienza el esprint a Vigo.

Los ‘presentes’

El contexto de Courtois, Militao, Brahim y Ceballos es diferente, amén de un Alaba cuya recuperación de cruzado navega en mares inciertos. Ellos mantendrán la normalidad y no abandonarán la rutina diaria de la Ciudad Real Madrid. Todos deberían estar contra el Celta, excepto un Brahim que, como informó AS, tiene en su horizonte la semana del Clásico (un mes antes de lo pautado inicialmente al conocerse su lesión en el aductor derecho). Pero necesitan seguir tratándose con los readaptadores y fisios del equipo blanco. Incluido Ceballos, que aunque ya apareció en la lista contra el Villarreal necesita que su tobillo (se recuperó de su esguince en tiempo récord) sea escrutado de cerca.

Tibu ya pisó césped este miércoles y su problema en el abductor izquierdo avanza a buen ritmo, mientras que Lunin, con una “infección vírica”, no tendrá problemas para estar al 100% contra el Celta. Al belga se le espera, pero el ucranio estará listo para guardarle las espaldas a su compañero si es necesario. En tanto que las molestias de Militao en el muslo izquierdo, que le permitieron abandonar la convocatoria con Brasil (tras un inexplicable vuelo de 12 horas), también progresan adecuadamente. Y el resto, ‘minivacacaciones’. También a medias, porque Mendy, Fran García, Lucas Vázquez y Vallejo, los únicos madridistas sanos y sin quehaceres internacionales, tienen deberes cortesía de Pintus.

Objetivo: “No agotar a los jugadores”

Es algo que Ancelotti tiene en mente hace tiempo y ya ha verbalizado públicamente. Sin ir más lejos, en su primera comparecencia en pretemporada: “La temporada puede ser larga, ojalá lo sea. No tenemos un plan físico específico, porque es muy complicado pensar en un plan físico cuando juegas cada tres días. Pero sí tenemos que pensar en descansos individuales, para no agotar a los jugadores...”. La campaña blanca comenzó el 14 de agosto en Varsovia (Supercopa de Europa) y puede terminar el 13 de julio de 2025 (final del ‘superMundial de clubes’). Los potencialmente 72 partidos de la 2024-25, once meses de fútbol, necesitan medidas especiales. El presente parón, primer gran ejemplo. Por eso Ancelotti ‘vacuna’ a la plantilla. Un poco de calma antes de la tempestad.