Anoeta, tenemos un problema
El ‘Pacha’ Espino otorga al Rayo una victoria vital que hunde a la Real. A los txuri-urdin les faltó fútbol e ideas en un partido muy igualado.
La Real Sociedad se marcha al parón hundida en la tabla. Los txuri-urdin se han convertido en el peor enemigo de sí mismos, y ante el eficaz Rayo, salvo en un pequeño arreón al comienzo del segundo tiempo, mostraron que no tienen claro a qué juegan y que la falta de criterio a la hora de elegir jugadas es más que evidente. Ya no se trata de una escasa efectividad ni de errores defensivos, porque, de hecho, la zaga estuvo bien, es más que todo eso, y eso resulta lo más preocupante. Por su parte el cuadro vallecano, que llegaba con los mismos puntos, utilizó la cabeza para llevarse un botín importantísimo y asomar la cabeza, algo muy necesario antes de este paréntesis liguero.
Anoeta fue el escenario de un duelo de urgencias en el marco de la octava jornada de LaLiga EA Sports. La trascendencia de los tres puntos iba más allá de la mera clasificación: ganar era vital para salir de la zona peligrosa, recuperar la confianza perdida y, lo que era igual de importante, afrontar el inminente parón de selecciones con la tranquilidad necesaria, evitando así la angustia de masticar una situación límite durante tantos días sin fútbol. La necesidad de alivio clasificatorio planeaba sobre el césped desde el pitido inicial, pero el resultado final acabó con pitos en Anoeta, y la grada pidiendo a los suyos que le echen más ‘narices’.
Más allá de lo deportivo, el encuentro estuvo envuelto en una iniciativa muy importante: subrayar el valor de la inclusión en el deporte y en la sociedad. Y es que este acogía la III edición del ‘Partido Más Inclusivo del Año’, una hermosa iniciativa para romper barreras y promover la igualdad en el deporte en la que colabora diario AS, y que acogió diversas actividades tanto en las horas previas al partido, como en los minutos antes del pitido inicial, y también durante el descanso, con la actuación de Verdini, grupo de danza contemporánea formada por personas con diversidad funcional.
La primera mitad se olvidó del fútbol
A pesar de la necesidad de alivio clasificatorio, la primera mitad del partido tuvo muy poco fútbol. Los 45 minutos fueron muy igualados y sin apenas ocasiones, que desde luego no pasarán a la historia del fútbol. El Rayo Vallecano salió mejor plantado, ejerciendo una buena presión sobre la salida de balón txuri-urdin y mostrando las ideas claras. Sin embargo, la Real Sociedad, aunque bien colocada en defensa, se le nublaban las ideas en los metros finales.
Apenas habían transcurrido cuatro minutos cuando se produjo una jugada polémica: Lejeune se jugó la expulsión. Oyarzabal intentó anticiparse al último defensor, y el rayista acabó pisándole claramente, aunque el colegiado interpretó un toque ligero al balón. La única intervención de mérito llegó pronto, con un centro de Unai López que cogió dirección portería y obligó a Remiro a estirarse para sacar una mano salvadora.
La tónica del partido fue la imprecisión en la zona central y la falta de mordiente en ataque. Costaba una enormidad llegar a las áreas. A partir de la media hora, los txuri-urdin mejoraron en el concepto de balón, pero seguían sin generar peligro. A los 35 minutos, Guedes se animó tras una buena jugada personal, pero su disparo se marchó alto. La mejor ocasión del primer tiempo fue, paradójicamente, para los de Iñigo Pérez. Llegó en el minuto 38 tras un error grave de Gorrotxategi, que se equivocó al dar un pase horizontal en el borde del área; De Frutos interceptó y su disparo se marchó fuera por milímetros, lamiendo el poste de Remiro.
Un centro de Barrenetxea y el último córner despejado por Zubeldia fueron los estertores de una insulsa primera mitad en la que el 0-0 hacía justicia a lo visto en el terreno de juego. Se necesitaba una marcha más en la segunda mitad.
Pacha Espino, determinante
Con un cambio en el Rayo Vallecano tras la reanudación dando salida a Fran Pérez por Álvaro, la Real salió mucho más incisiva en ataque, sobre todo por medio de un Barrenetxea que sigue con la flecha para arriba. Sergio Gómez disparó muy solo en el área tras un córner en corto, pero el tiro fue bloqueado. Poco después Oyarzabal obligó a Batalla a hacer un paradón, tras un latigazo con gran potencia en una posición lejana, pero no sorprendió al argentino. Soler lanzaba bien el balón, sobre todo en las contras, y Oyarzabal pegó un zapatazo al borde del área que Batalla sacó de puños.
El Rayo gozó de una ocasión clarísima en el minuto 58. Fran Pérez la cedió hacia la llegada de Chavarría en la zona izquierda del área y solo el toque de Zubeldia evitó el gol. Los madrileños comenzaron a robar en salida de la Real, y ahí generaba peligro. La réplica fue para Oyarzabal, que sacó un zapatazo potente al borde del área, que sacó el meta argentino de puños. De nuevo lo intentó el eibartarra en una contra, pero buscó finalizar con un tiro con la derecha tras recortar y le acabaron bloqueando entre tres.
La mala noticia para el Rayo vino de la mano de Pathé Ciss que tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. El partido volvió a convertirse en un barullo, con una Real sin ideas, y una Franja agazapado esperando su oportunidad. El choque volvía a ser bastante duro de ver. Pero los de Iñigo Pérez empezaron a dar signos de que a lo mejor se animaban a algo más que un punto, ante una Real que parecía no dar para más. Pedro Díaz sacó un latigazo marca de la casa desde muy lejos y obligó a Remiro a emplearse al máximo para despejar. Fue el Pacha Espino quien se puso el traje de goleador, y en una contra del Rayo, Ratiu puso un gran centro y el uruguayo llegó para finalizar. El gol fue revisado, pero subió al marcador. Espino aventuró a su técnico que iba a marcar y cumplió la promesa. Acabó manteado. El lunar de los vascos este año, frenar el contragolpe rival, ¡qué bien replegaba La Franja y qué mal ellos!
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Zubimendi estaba en un palco... mira que se le echa de menos. Los últimos minutos fueron una desesperación para la parroquia txuri-urdin que pedía a los suyos que le echara… ‘algo’ más, ante un Rayo que jugó muy cómodo esos últimos lances. El pitido final llevó la zozobra a Anoeta, que no vio confirmadas las buenas sensaciones de las dos últimas jornadas y se va al parón con una sombra muy grande y el miedo totalmente metido en el cuerpo.
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- 1 Remiro
- 17 Sergio Gómez
- 2 Jon Aramburu
- 16 Caleta-Car
- 5 Zubeldia
- 18 Carlos Soler (60')
- 23 Brais (79')
- 11 Gonçalo Guedes (60')
- 4 Jon Gorrotxategi
- 7 Barrenetxea (79')
- 10 Oyarzabal
- Banquillo
- 38 Luken Beitia
- 24 Luka Sucic (60')
- 20 Álvaro Odriozola
- 19 Jon Karrikaburu (79')
- 14 Take Kubo (60')
- 22 Mikel Goti
- 21 Arsen Zakharyan
- 13 Unai Marrero
- 3 Aihen Muñoz
- 28 Pablo Marín (79')
- 15 Sadiq
- 8 Beñat Turrientes
- 13 Augusto Batalla
- 2 Andrei Ratiu
- 3 Josep Chavarría
- 6 Pathé Ciss (70')
- 24 Lejeune
- 17 Unai López
- 18 Álvaro García (45')
- 7 Isi (64')
- 23 Óscar Valentín
- 19 De Frutos (76')
- 9 Alemão (76')
- Banquillo
- 28 Samu Becerra
- 15 Gumbau
- 21 Francisco Martinez (45')
- 4 Pedro Díaz (64')
- 20 Balliu
- 22 Luis Espino (76')
- 30 Juanpe
- 11 Nteka (76')
- 8 Trejo
- 33 Jozhua Vertrouwd (70')
- 1 Daniel Cárdenas
- 32 Nobel Mendy
Cambios
Fran Pérez (45', Álvaro García), Luka Sucic (60', Gonçalo Guedes), Takefusa Kubo (60', Carlos Soler), Pedro Díaz (64', Isi Palazón), Jozhua Vertrouwd (70', Pathé Ciss), Pacha Espino (76', Alemão), Randy Nteka (76', Jorge de Frutos), Jon Karrikaburu (79', Ander Barrenetxea), Pablo Marín (79', Brais Méndez)
Goles
0-1, 83': Luis Espino
Tarjetas
Arbitro: José Luis Guzmán Mansilla
Arbitro VAR: Pablo González Fuertes, Victor García Verdura
Carlos Soler (59',Amarilla), Isi (61',Amarilla), Lejeune (91',Amarilla)
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