Pablo Torre, una visión después de dos años desaparecido
Tras dos años desaparecido para el Barcelona, el centrocampista cántabro respondió con un gol y una asistencia a la confianza de Hansi Flick.
En Villarreal, la desgracia se cebó con Ter Stegen, que deberá pasar por el quirófano y dice adiós a la temporada, pero también hubo momentos de extrema alegría. Para empezar, por la respuesta del equipo después de la derrota europea, siguiendo por los dobletes de Lewandowski y Raphinha y la confirmación que el talento de Lamine Yamal no tiene límites y acabando por la fantástica aparición de Pablo Torre, que hasta ese momento solo había disputado siete minutos contra el Valladolid en Liga y el Mónaco en la Champions.
El centrocampista cántabro fue una de las sensaciones en la pretemporada y, pese a que muchos daban por sentado que sería una de las bajas en el mercado de verano, apostó por quedarse en el Barcelona y luchar por tener minutos. Su constancia en el trabajo tuvo su premio en Villarreal. Hansi Flick apostó por él como titular y Pablo Torre cuajó un magnífico partido, respondiendo con una asistencia fantástica a Lewandowski y un gol a la confianza del técnico alemán. Una actuación que debería servirle para tener más oportunidades a partir de ahora.
Fue también una forma de reivindicarse tras dos años prácticamente desaparecido para el Barcelona. En su primera temporada apenas contó para Xavi Hernández. Solo disputó ocho partidos y en siete de ellos saliendo como suplente. Una escasez de minutos un poco sorprendente porque fue precisamente una llamada del entrenador egarense lo que decantó su decisión de venir al Barcelona y no firmar por el Real Madrid, que también le seguía los pasos. Pero Xavi fue muy convincente y Pablo Torre quedó prendado del conocimiento de su juego que le demostró. Xavi le aseguró que tenía un perfil claramente para el Barcelona por su buena técnica y buen trato al balón, con una privilegiada visión de juego y un gran primer control orientado y por su facilidad por chutar con las dos piernas. Todo eso, por ejemplo, se vio en Villarreal.
Sin oportunidades en el Barcelona, buscó más minutos en el Girona de Míchel, un equipo y un entrenador ideales para poder explotar todo su talento. Jugó mucho más, participando en 26 partidos, pero solo en cuatro fue titular pero la cesión no fue del todo bien porque las dos partes esperaban más. Se quedó sin marcar y dio dos asistencias de gol.
En su regreso a Barcelona, y con el cambio de entrenador, se abrió una nueva etapa para Pablo Torre. Desoyó propuestas para salir convencido que tendría oportunidades con Hansi Flick. En Villarreal fue la primera y respondió. “Le salió un partido redondo. Está muy contento y feliz. Lleva tiempo preparándose. Se ve fuerte desde que empezó la temporada. Ha ido puliendo todo el tema físico y tenía confianza en que le sacarían un día. Pudo demostrar su calidad y su mejora física”, afirman en su entorno. Tiene un fisioterapeuta personal que lo está ayudando mucho. “Se le ve más hombre”, recalcan. Para el entrenador alemán es muy importante tener a jugadores que puedan aguantar un ritmo alto e intenso durante todo un partido.
Aunque todavía es pronto para sacar conclusiones, la realidad es que Pablo Torre ya empieza a asomar la cabeza en el Barcelona después de dos años prácticamente desaparecido del radar azulgrana porque eran muy pocos los que apostaban por su continuidad. Este miércoles visita el Lluís Companys el Getafe y Pablo Torre espera volver a tener minutos, ya sea como titular o suplente. Se los ha ganado.