Overbooking en los extremos

Cuatro meses bastaron al Real Valladolid para apostar por la continuidad de Stipe Biuk, extremo croata cuyo fichaje ha sido confirmado este lunes para las cinco próximas temporadas. La apuesta, a largo plazo, tiene que ver no solo con la fe que hay en él, sino también con el reparto de la amortización, que permitirá, a priori, aliviar en la temporada que viene la carga correspondiente al límite salarial, en el que el cómputo del fichaje sería mayor en caso de ser menos los años por los que ha firmado. Con todo, su continuidad suma otro efectivo más a una parcela con más de media docena de ocupantes; unos, naturales, y otros, habituales.

La cifra se deduce de lo que Paulo Pezzolano desarrolló la pasada campaña, en la que utilizó en los extremos, además de al balcánico, a otros dos atacantes adquiridos después de ascender, Amath Ndiaye y Raúl Moro, a Kenedy, Iván Sánchez y Anuar, que pueden actuar por dentro, aunque fundamentalmente lo han hecho en zonas exteriores (sobre todo los dos últimos) y a dos jugadores con ficha del Promesas que tuvieron cierto protagonismo a sus órdenes, como fueron Tunde y Salazar, y a Lucas Rosa, lateral con presencia más avanzada ocasionalmente.

Aun sin computar al brasileño, si a todos los anteriores se le suma Darwin Machis, que, al igual que el propio Biuk, se incorporará más tarde a la pretemporada por sus compromisos con su selección, la planificación parece adelantada y, además, condicionada, cayendo en el tópico de que, si se quisiera hacer algún movimiento más de entrada, antes habría que dejar salir. Incluso sin pretenderlo, el número de efectivos y el equilibrio salarial invita a pensar que habrá varias bajas, siendo el venezolano uno de los favoritos para marcharse.

De hecho, de ese equilibrio habló en varias entrevistas Domingo Catoira, un balance necesario a tenor del límite salarial bajo -en comparación con buena parte de los equipos de Primera- que se espera que tenga el club. En este sentido, los dos que menos masa salarial ocuparían, a priori, son dos de los jugadores por los que se espera que haya movimientos, Tunde y Salazar, que podrían tener más protagonismo en otros conjuntos. Un verano más, como el pasado, el elefante en la habitación es Robert Kennedy, quien apenas ha rendido en sus dos años como blanquivioleta.

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