Otra final contra el Barça
El Real Valladolid disputará otro partido vital frente al Barcelona en las postrimerías de la temporada, el segundo en lo que va de siglo.
Inevitablemente, el partido de este martes trae recuerdos de Vietnam al Real Valladolid. Enmarcado en la jornada 36, será el quinto enfrentamiento contra el Barcelona en las tres últimas fechas de Liga en lo que va de siglo, y en otro, como ahora, el conjunto blanquivioleta se jugaba la vida. Fue en 2010, en una final sin paliativos, puesto que fue en la última jornada, con el título liguero y el descenso en juego. El resultado, un 4-0 que puso el culmen al segundo título de Liga de Guardiola y dio con los huesos de un Pucela amenazado con un acuse de derribo en Segunda División.
La situación no era tan dramática en 2013, cuando, liderado por Djukic, llegaba salvado al Camp Nou. Matemáticamente aún no lo estaba en 2020, con Sergio González en el banquillo, pero el margen de siete puntos con los puestos de descenso (con nueve por disputarse) y una postrera victoria en la despedida del campeonato bastaron. Parecido fue lo que aconteció en 2001, cuando el Barça visitó Zorrilla a falta de dos jornadas. Entonces, el equipo dirigido por Pepe Moré tenía cinco puntos de renta sobre la zona caliente, rascó un empate y vivió tranquilo el final liguero.
Sin pretender llamar al mal fario, hay dos precedentes tardíos que se resolvieron de un modo inmisericorde para el Real Valladolid. El último, el mencionado en 2010, cuando Javier Clemente se encaminó hacia un milagro que finalmente no sucedió, en honor a la verdad, porque los vallisoletanos habían dilapidado parte de sus opciones no ganando al Atlético de Madrid ni al Getafe en los encuentros previos. Muchos se preguntan aún qué habría pasado si Puyol no saca con una chilena sobre la línea el remate de Manucho con empate a cero, pero lo cierto es que lo que sucedió es que el Barça ganó 4-0 y el Pucela, pacto de Llanes mediante, bajó a Segunda.
Echando la mirada incluso más atrás, uno se encuentra con lo acontecido en 1992, en una Liga gobernada todavía por el valor de dos puntos de cada triunfo. El ‘Real Valladolid de los colombianos’, dirigido ya por Javier Yepes, que había sustituido a Maturana en el banquillo, recibía al ‘Dream Team’, como ahora, en la jornada 36 y siendo tercero por la cola, posición que entonces abocaba a una promoción. Un 0-6 sin paliativos encaminó a los de Johan Cruyff hacia el título... y a los pucelanos al descenso directo, puesto que perdieron contra el Athletic en la fecha siguiente, propiciando su permanencia definitiva en Primera, y aunque ganaron a un Sevilla que no se jugaba ya nada, no dependían de sí mismos, por lo que de nada sirvió.