Oriol Romeu sigue ‘a prueba’
Xavi y la dirección deportiva vigilarán sus tres próximos meses por si resultase necesario un refuerzo o un toque distinto en el equipo. El Barça ha ganado sus tres partidos en el último tramo sin el de Ulldecona en el campo.
Oriol Romeu sigue ‘a prueba’. Sirva el término para explicar la situación del centrocampista, que aterrizó este verano de manera sorprendente por 3,5 millones de euros para sustituir a Busquets y todavía debe dar algo más para que el club no le empiece a buscar competencia en enero. El mediocentro de Ulldecona no fue, ni de lejos, la primera opción. Xavi había pedido a Zubimendi e incluso deslizó el nombre imposible de Kimmich. Laporta se cargó de un plumazo sus planes (“no vendrá ninguno”, avisó a finales de junio). A cambio, eso sí, el técnico se negó a incorporar a Ruben Neves, a quien Deco y Jorge Mendes querían ver en el Barça. El debate terminó en Oriol Romeu, que camino de los 32 años (los cumple el 24 de septiembre) fue presentado en el inspirador Memorial Coliseum de Los Ángeles y cerró un círculo que le había traído de vuelta a casa.
Oriol Romeu jugó una pretemporada espectacular. Fue el segundo futbolista que más minutos acumuló (200′) y fue de menos a más contra Arsenal, Real Madrid y Milan. Sabía que se jugaba el puesto y hasta renunció a un asunto personal que le reclamaba en Barcelona por continuar con su rápida adaptación. El inicio en la Liga, sin embargo, ha sido distinto. Romeu garantiza colocación, pero el fútbol ha fluido más cuando el Barça ha ido a por los partidos sin él. Casualmente o no, contra el Cádiz abandonó el campo cerca del minuto 80 y llegaron los dos goles del Barça en Montjuïc. Ante el Villarreal, dejó su sitio a Ferran Torres con 3-2 y los de Xavi le dieron la vuelta al partido (3-4). Y en Pamplona, se fue en el minuto 80 para hacerle sitio a João Félix con 1-1 y Lewandowski firmó el gol del triunfo. Es cierto que los partidos han estado más rotos cuando Romeu ha abandonado el campo, pero también que hay jugadores más creativos. Con eso tendrá que jugar Xavi, que ha encontrado buenos recursos para generar juego como De Jong actuando de central o ese sistema con cuatro jugadores detrás de Lewandowski (Lamine, Pedri, Ansu, Abde) que le funcionó en el partido contra el Cádiz.
Oriol Romeu ya sabía que no lo iba a tener fácil cuando aterrizó de vuelta en Barcelona. La sombra de Busquets será muy alargada durante años y la exigencia, bien lo conoce de sus años en La Masia, es altísima. Xavi se lanzó a por su fichaje porque, además de tener un precio asequible, sabe perfectamente qué le puede dar porque lo conoce. Romeu es un jugador con muchas horas de vuelo ya, que sabe ponerse perfectamente en el campo y puede hacer lo que se reclama de ese pivote posicional que el Barça necesita. Pero el Barça también exige creatividad cuando los rivales se encierran, tener capacidad para romper líneas, cambiar el juego con un desplazamiento largo que vaya a una velocidad suficiente para evitar la basculación de las defensas, asociarse o dar pases interiores.
Esa es la prueba que debe pasar estos meses Oriol Romeu. Xavi y la dirección deportiva vigilarán su evolución. En el escenario económico actual del Barça, es difícil pensar que el Barça pueda fichar a un mediocentro en el mercado invernal (han sonado Guido Rodríguez, Palinha o Jorginho entre otros). Si no fuera posible, el equipo podría cambiar su fisonomía y renunciar a ese mediocentro posicional para jugar con un doble pivote más dinámico (Gündogan-De Jong). El Barça ya lleva jugando tiempo sin el 4-3-3 clásico y sí con un doble pivote consolidado ya con Xavi. Oriol Romeu sigue ‘a prueba’, pero él ya lo sabía desde que se presentó en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. “Busquets ha marcado una época y este es uno de los mayores retos de mi carrera, pero estoy preparado”. La presión no le va a asustar.