Oficial: Reinier, al Frosinone
Se marcha cedido hasta final de temporada (sin opción de compra) al Frosinone. Fin a una pesadilla: llevaba semanas sin ofertas. Tres años después, aún no ha debutado con el Madrid.
Tardó semanas, pero se cerró en minutos. El punto final a un culebrón áspero para todas las partes. Ancelotti sentía la incomodidad de tener a un futbolista apartado; el jugador, la desazón de ver como lo suyo no arrancaba y el club, la impotencia de no poder hacer más. Así, desde mediados de julio. Pero el asunto ha llegado a su fin: Reinier jugará una temporada en el Frosinone, equipo recién ascendido a la Serie A. Será su tercer destino desde que aterrizase en Chamartín aquel verano de 2020, en plena pandemia (y por 30 millones). Primero fueron dos años al Dortmund, luego uno al Girona y ahora... al centro de Italia. Entre medias, cero minutos con el primer equipo del Real Madrid. Ni uno. El verano que viene, tal vez tras explotar en el Benito Stirpe, regresará. Y se valorará. Contrato tiene hasta 2026.
El acuerdo entre clubes fue fugaz. Directivos del Frosinone se pusieron en contacto con el Real Madrid, la tarde del miércoles, para manifestar su interés por el futbolista. La primera -y prácticamente única- discrepancia fue la opción de compra: el Frosinone quería que se contemplase alguna, incluso aunque tendiese a lo alto, mientras que para el Madrid era una línea roja. En Chamartín, pese al paupérrimo bagaje del futbolista hasta la fecha de blanco, se le sigue teniendo fe; no quieren desprenderse de él. Así que la operación, rápidamente, pasó a centrarse en una cesión sencilla: un año y sin opción de compra.
El Frosinone, muy interesado en su adquisición, dio luz verde y aceptó esa fórmula. A partir de ahí el acuerdo fue muy rápido: el Madrid vio con buenos ojos su salida y el jugador, pese a que su prioridad era continuar en España, entendió que era un tren al que subirse. Acuerdo cerrado. Reinier viajó este jueves hasta Milán, donde se sometió al habitual reconocimiento médico y, ya hoy, ha firmado el contrato que le vincula al Frosinone por un curso. Pone punto final, así, a la pesadilla que lleva viviendo mes y medio.
Solo en Valdebebas
Porque ha sido un verano muy complicado para él. Ancelotti lo dejó sin gira norteamericana y desde entonces, no ha vuelto a hacer ni una sola sesión con el primer equipo. Mes y medio entrenando solo en Valdebebas, salvo en alguna ocasión con el Castilla y otras -muy pocas-, con el grupo de ‘apartados’ del filial. Esa ha sido su dinámica; su día a día. Pese a ello, quienes trabajan en la Ciudad Deportiva alaban su “profesionalidad”, siempre sin una mala cara, un mal gesto, una mala palabra. Reinier iba a Valdebebas, trabajaba como fuese y se iba. Esperando una salida que ha tardado las mil y una noches. Pero ha llegado: rumbo al Frosinone. Si el cierre de mercado se hubiese complicado y hubiese terminado quedándose... habría ido al Castilla. Era el botón rojo.
Tercera cesión
Este será su tercer préstamo desde 2020. Primeramente salió rumbo a Dortmund, donde se pasó dos temporadas con pena y sin gloria. En su primera sólo disputó 338 minutos (únicamente un partido como titular) y en la segunda, 400, con tres partidos como titular. Balance total: un gol y una asistencia en dos años. Luego fue al Girona, dejando mejores sensaciones, pero aún amargas: 18 partidos... pero sólo 640 minutos. Es decir, cuando jugaba, salía en la segunda parte para 35′ de media. Un rendimiento muy lejano del que exige convencer al Real Madrid. Con esa mochila volvió a Valdebebas este verano y recibió la noticia de que debía salir. El eterno déjà vu. Reinier, oro Olímpico con Brasil, un talento que encandiló a Juni Calafat y por el que aún no se pierde la fe, vuelve a marcharse. Ya es nuevo jugador del Frosinone. Probará en la Serie A.