Oficial: Lucas Vázquez, 2025
Renueva una temporada y jugará en el Madrid, mínimo, hasta los 33 años. Será su décimo curso y ejercerá de tercer capitán. El acuerdo ha sido sencillo.
Lucas Vázquez jugará un año más en el Real Madrid. Ya es oficial, renueva. Una operación que podrá ser recordada como una de las más sencillas en mucho tiempo: el jugador quería seguir, se le puso el mismo contrato, pero un año más, sobre la mesa y firmó. Sin negociaciones, sin días para reflexionar, sin tiempo que perder. Cafucas, como empezaron a llamarle cariñosamente desde la grada y ya le dicen de broma dentro del vestuario, ha firmado su ampliación y jugará en el Real Madrid, mínimo, hasta los 33 años. Afronta su décima temporada con el primer equipo y, con 339 partidos oficiales, va a por Míchel Salgado (371). A agrandar su leyenda.
Porque sus números lo son: es el 34º jugador con más participaciones en la historia del club (349), habiendo superado en la recta final de la temporada pasada a Vicente del Bosque (339), al acecho de Martín Vázquez (343), Iván Helguera (346) y con desafíos como llegar a la cota de Di Stéfano (396), en el horizonte. Su palmarés habla por sí solo. Tiene 21 títulos: cinco Champions, cuatro Ligas, una Copa, tres Supercopas de Europa, cuatro Supercopas de España y cuatro Mundiales de Clubes.
De La Fábrica a Milán
Un futbolista que aterrizó en Valdebebas con 15 años y, desde entonces, jugó en los mejores equipos de la cantera: el Juvenil campeón de Liga y Copa de Campeones; y el emblemático Castilla de Segunda División (Fabinho, Chéryshev, Jesé, Juanfran...). Fue el verano de 2014 cuando hizo las maletas rumbo a Barcelona: cedido al Espanyol, donde explotó. A las órdenes de Sergio González, disputó 39 partidos y marcó cuatro goles. Un boom que despertó al Madrid: tenían una opción de recuperarlo y la activaron (porque el Espanyol poseía una opción de compra, pero el jugador quería volver y no le pusieron problemas).
Ahí empezó la carrera de Lucas en el primer equipo del Madrid, un sendero de baldosas doradas –no es lo mismo que amarillas– que aún perdura. En su primer año, con Benítez primero y Zidane después, disputó 33 partidos y marcó cuatro goles, aunque se podría considerar que fueron cinco. Porque aquella temporada, recién regresado y con 25 años, protagonizó el histórico penalti en la tanda frente al Atlético en Milán. En esos momentos de máxima tensión, se pidió un penalti, rodó el balón por su dedo índice y lo mandó a la red de Oblak. Su grito posterior, estirándose la zona del escudo, le hizo ganarse a una afición de golpe. Una imagen icónica.
Una vida en el lateral
Desde entonces ha vivido de todo. Temporadas frenéticas (como la 2017-18, en la que disputó 53 partidos) y otras en las que rozó el ostracismo (en la 2019-20 únicamente jugó 23, el que menos de toda su carrera). Incursiones por el extremo y una evolución al lateral, donde ya habita. A estas alturas, de hecho, habla abiertamente de que se considera más lateral derecho que extremo. Y para esa función, aunque sin olvidar su polivalencia, le ha renovado el Madrid, satisfecho con el rendimiento que sigue dando en la labor de suplir a Carvajal cuando la circunstancia lo requiere. La firma ya es un hecho. Hasta 2025, lo seguirá haciendo. Lucas ha renovado con el club de su vida. El único que ha defendido, salvo una temporada, desde los 15 años.
Tercer capitán
Un contrato que le hace cumplir un sueño: entra en la terna de capitanes. La salida de Nacho, sumada a la de Kroos (era el cuarto brazalete), provocan varios ascensos. Modric pasa a ser el primer capitán, seguido de Carvajal. Es tras ellos donde quedan libres dos vacantes: Lucas se convierte en el tercero y Valverde, el cuarto. Los siguientes serían Vinicius y Courtois, en ese orden. Lucas Vázquez da un paso al frente en la jerarquía y asume el rol sin vértigo. A sus 33 años, ya es un peso pesado del vestuario. Y se queda. Renovado hasta 2025. Un año más, Lucas. Un año más, Cafucas.