Nueva temporada, mismos problemas
La fragilidad mental y defensiva, sumada a la falta de gol, han condenado al Girona en este arranque


Se acabó la temporada pero continuó la pesadilla. Ese podría ser el resumen del 2025 de un Girona que salvó la categoría por los pelos y que ha empezado esta temporada de la peor forma posible: con cero puntos, diez goles en contra en tres partidos y colista. Unos problemas, y cifras, prácticamente calcadas al final de temporada, donde gracias a la buena primera vuelta lograron sellar la permanencia. El verano no ha servido para arreglarlo y todos en Montilivi esperan que este parón suponga un punto de inflexión para la presente temporada.
Seguramente el principal problema del equipo es el estado mental. O, mejor dicho, la fragilidad mental. No se ha visto sobre el verde a un equipo convencido, decidido ni con personalidad (salvo algunas excepciones individuales) lo que dificulta mucho ganar partidos. Sobre todo porque va muy ligado al siguiente problema: la fragilidad defensiva. Si a un equipo poco convencido el rival es capaz de hacerle un gol rápido tenemos el resultado ante el Villarreal (5-0). Los diez goles en tres partidos son quizás una exageración, pero el conjunto de Míchel sólo logró dos porterías a cero en los últimos 19 partidos de la pasada temporada. Es, pues, un problema que viene de lejos.
También la falta de gol. Ya sin Miovski, pero con Abel Ruiz y Stuani, solo el uruguayo mantuvo el nivel la temporada pasada. Pero, a sus 39 años, es evidente que no puede ser el 9 titular del equipo. Hace ya dos temporadas que no lo es y pese a que su contribución es valiosísima, dentro y fuera del césped, Míchel necesita más recursos. Ha llegado Vanat, y en él se centran las esperanzas de todos. Si funciona, si emula a su compatriota Dovbyk, el Girona tendrá rápidamente muchos más puntos de los que atesora actualmente. Si no lo hace el problema puede tomar un cariz muy peligroso.
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El Girona, pues, necesita un cambio rotundo, un giro copernicano, un ‘reset’ , si no quiere tener muchos problemas durante la temporada. Está a tiempo y Míchel ha demostrado ya (como en la primera temporada en Segunda) ser capaz de liderar una revolución de este tipo. Solo el tiempo dirá si ha tenido éxito.
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