Noche de tensión en el Carlos Tartiere: insultos y protestas tras la destitución de Luis Carrión

El epílogo de Luis Carrión en el Real Oviedo ha sido con lío incluido. Cerca de 200 aficionados se acercaron al Carlos Tartiere para protestar por la situación del equipo, con gritos, insultos e incluso coches zarandeados. Luis Carrión, destituido por la abultada derrota en el Sánchez Pizjuán, fue objeto de la mayor parte del enfado de los seguidores.

El Oviedo cayó 4-0 en Sevilla y regresó en vuelo chárter tras el encuentro, desplazándose desde el Aeropuerto de Asturias los jugadores al parking del Tartiere, donde habían dejado sus vehículos. Fue ahí, pasadas las 9 de la noche, donde se vivieron las escenas más desagradables.

Los dos primeros en abandonar el Tartiere fueron el presidente, Martín Peláez, y el director general, Agustín Lleida. Los aficionados abuchearon a los directivos, a los que culpan de parte de la situación actual.

Con los futbolistas hubo de todo. Los que recibieron más críticas, como Rondón, que incluso vio cómo rompían uno de los cristales de su coche; los que generaron indiferencia; e incluso como Aarón, el jugador más destacado esta temporada en el Oviedo, que fueron despedidos con aplausos.

La parte más desagradable se vio con la salida de Luis Carrión, que iba de copiloto en el vehículo conducido por Jesús Álvarez, responsable de seguridad del Oviedo.

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