Atlético de Madrid

Nico, puro ADN Atleti

El argentino brilló en el derbi y, en su cuarto partido con la rojiblanca, fue ovacionado por la afición en el Metropolitano y alabado por su entrenador.

Nico Gonzalez celebra con Le Normand el primer gol del Atlético al Madrid en el derbi.
SERGIO PEREZ
Patricia Cazón
Patricia Cazón Trapote nació en Zotes del Páramo, León, en 1980. Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca y Master de El País trabajó en El Diario de León y El País Semanal antes de llegar a AS en 2004. Cronista del Atlético desde 2016, es autora de cuatro libros y tertuliana en El Golazo de Gol y Estudio Estadio.
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Nico, Nico, Nicooo.

La afición del Atlético ya tiene un nuevo grito. Ese. Ese dedicado a Nico Gonzalez. En cuatro partidos. Esos que tan solo ha necesitado el argentino para colarse en su corazón. Un recién llegado al Atleti que parece haber nacido para vestirla. La rojiblanca. Es un Raúl García reencarnado. Y decir Raúl García son palabras mayores, un nombre ante el que siempre inclinarse para besarle el corazón y los pies. Todo entrega, lucha y presencia. Su llegada en el último día de mercado no solo compensó la plantilla del Cholo: ha hecho clic en su pizarra. Titular indiscutible sin necesidad de mili. “Me voy a dejar la vida por esta camiseta”, dijo en su presentación. Tal cual.

Porque Nico fue del carro de la compra al once. Y no pudo hacerlo mejor. Debut ante el Villarreal y gol. De cabeza, su especialidad. El Nico de la Fiore, el que logró 38 goles en tres temporadas, ese que suma 20 con la testa en Europa. Pero más allá de los números imperan las sensaciones. Cómo lucha, cómo se faja, cómo se derrama, cómo le queda la rojiblanca. Como si llevara una vida con ella. Aunque acabe de llegar. Puro ADN rojiblanco. Lo reconoció el propio Simeone desde la sala de prensa, al final del partido ante el Madrid.

“Es un grandísimo futbolista, con ADN atlético y no debe perder la humildad que tiene. Yo hablé claramente con él de lo que necesitaba. Se lo dije muy claro, a partir de ahí él está respondiendo de una manera extraordinaria“, confesó el entrenador. Antes agradeció al club el ficharle, el esfuerzo por hacer que llegara el último día de mercado aunque se jurara y perjurara que no habría más incorporaciones. Pero la plantilla necesitaba ese clic. A Nico para compensarse. Y pasó, sucedió. Y sobre la hierba ya se nota. Contagia energía al resto de jugadores. Como Giuliano pero desde la izquierda. Un Giuliano que, en efecto, nació con la rojiblanca enfundada. Como parece que hizo Nico hace 27 años, el 6 de abril de 1998 en Belén de Escobar, Buenos Aires, Argentina.

Fueron dos ocasiones creadas las que hizo ante el Madrid (tres generó Julián, el que más), un 74,1% de acierto en el pase, 14 de ellos en el último tercio (el rojiblanco que más) y dos vuelos aéreos ganados, el que más también, con Lenglet y Sorloth. Pero más allá de los números, eso, las sensaciones. Cómo pelea cada balón. Un jugador del pasado, del primer Atleti del Cholo, de nuevo en la hierba. Ese Rulo que hoy se llama Nico. Ha habido muy pocos que después de cuatro partidos ya tengan grito y ovación en el Metropolitano, entre la afición. Ese, que ante el Madrid se escuchó tan alto, y emocionado, y agradecido.

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Nico, Nico, Nicooo.

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