Ni el 4-1 del Madrid oculta el enojo perico con el arbitraje
Sin emplearlo como excusa, ya que impera la autocrítica, en el Espanyol escuecen el penalti que significó el último gol y, en menor medida, un posible fuera de juego en el 1-1.
Con la autocrítica por delante, y la enorme rabia por errores individuales groseros que echaron por tierra el gol fabricado entre Joan García, Jofre Carreras y la pifia de Thibaut Courtois, no pueden reprimir en el Espanyol su enfado por el arbitraje de su partido contra el Real Madrid, el sábado, en el Bernabéu. Sobre todo, centrado en dos acciones que, si bien no decantaron el signo del encuentro, sí revistieron una importante polémica.
La que más irritación ha causado en el seno del equipo, y también en el entorno, fue la que desembocó en el 4-1 final. Recuperaba Endrick Felipe en la línea lateral, delante mismo del asistente, un balón que pudo haber salido totalmente del rectángulo de juego. Pero no lo vio así el juez de línea. Así que se enfiló el joven atacante hacia el área, superando a un Carlos Romero que lo agarró deliberadamente para frenarlo, dejándose arrastrar hasta el límite del área. No dudó José Luis Munuera Montero sobre el césped, como tampoco Ricardo de Burgos Bengoetxea desde el VAR, en señalar penalti.
“Vi que era fuera del área seguro. Cuando pita, Endrick tiene los dos pies fuera del área. Sé que era el 4-1 pero me fastidia igualmente, no me da igual. Me toca las narices”, manifestó Manolo González, el técnico perico, quien incluso recordó cómo el árbitro le tuvo que explicar detalladamente a Romero la norma, que pasa por señalar la falta en el lugar donde ha finalizado, no dónde comenzó.
Lo mismo opinó Jofre Carreras, ya sustituido en ese momento: “Desde el banquillo no nos ha parecido penalti porque Endrick tiene los pies fuera. No sé quién lo ha decidido pero tampoco me quiero meter en muchos marrones”.
Y, fuera del vestuario, igualmente reforzó esa teoría el exjugador y excoordinador de la cantera del Espanyol, Ángel Morales, quien en las redes sociales lanzaba una pregunta retórica, acompañada de dos pantallazos de la jugada: “Si el VAR no sirve para ver que la pelota ha salido y la falta es fuera del área, ¿para qué sirve? Mucho dinero gastado para nada”, se lamentaba.
La otra acción de la discordia tuvo igualmente como protagonista involuntario a Carlos Romero. En la jugada del 1-0, Jude Bellingham se encontraba en fuera de juego en el momento del chut primero de Kylian Mbappé, que repele Joan García. Si bien es cierto que ahí nace una nueva jugada, no lo es menos que se podría interpretar que el jugador inglés se benefició de esa posición antirreglamentaria a la hora de robar el balón al lateral perico, para asistir a Daniel Carvajal.
Sea como fuere, lo que también tienen claro en el vestuario blanquiazul es que no conviene darle muchas más vueltas a estas circunstancias arbitrales, ya que los tres puntos del Bernabéu ya no regresarán, lógicamente, y a su vez empieza una semana de otros seis puntos en juego. Con todas las fuerzas centradas en la visita el jueves del Villarreal al RCDE Stadium (19:00) y, después de ese complejo encuentro, el Betis-Espanyol del domingo (18:30), en un tramo del calendario especialmente delicado.
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