Nahuel Molina, también en el gol
El lateral suma a su buen rendimiento el acierto de cara a portería: es el primer defensa argentino que marca en Liga para el Atleti en veinte años.
El suyo fue más que un gol por diferentes razones. La primera, por esa camiseta que guardaba en el banquillo de Vallecas por si acaso, por si en su partido número 33 con la rojiblanca marcaba. La temporada pasada, la segunda y última en el Udinese habían sido ocho sus goles, pero de momento, esa casilla en el Atlético estaba a cero. Y con un reto: un defensa argentino no marcaba con la elástica colchonera desde que en diciembre de 2003, ante el Celta de Vigo, lo hacía Matías Lequi. Veinte años hace.
Pero en el minuto 22 de partido de este Rayo-Atlético, Griezmann se había soplado la bota para que su equipo escapara al fin de la presión rayista de manera vertical. Y había buscado a Morata en un pase profundo que tocó Álvaro para dejar la pelota franca a ese Nahuel que corría por algo más que el mismo, su equipo y el escudo al pecho: corría por un amigo que se había quedado en casa, corría por un amigo con el que en diciembre se proclamó campeón del mundo en Qatar, con su selección, Argentina, corría por su madre, Marcela, que se había ido esta semana dejando un hueco en el corazón tan grande que esa tarde no le había permitido jugar. Pero ahí estaba él, Nahuel, con la camiseta de aquel preparada en el banquillo por si acaso. Por si sí. Por lo que fue: pateó con el pie derecho desde 17,9 metros como una extensión del alma, por un amigo y por su madre. No había tocado el balón la red y él ya corría al banquillo para prender y levantar alto esa camiseta con el ‘10′ a la espalda de quien no estaba pero en realidad llenaba todo. Angelito, Correa, como se leía, ese amigo, con la intención de que ese gol pudiera atemperar un poco el dolor.
El primer jugador de campo del Cholo
Un tanto que también le reivindicaba a él, a propio Nahuel. De un comienzo entre nervios y fallos a este momento en el que siente un estadio a sus pies, con un gol que abría un partido en el que hasta el momento el Atlético no había conseguido pisar el área, encontrar un resquicio. Con confianza ha conseguido acallar el runrún para convertirlo en aplauso. En abril, Nahuel ha logrado algo que con el Cholo nunca había pasado: que un fichaje fuera el futbolista de campo más utilizado por el técnico en su primera temporada. Suma 2.835 minutos. Por delante, en el ránking, solo ha jugado más Oblak (3.244). Por detrás, el jugador de campo que le sigue es Griezmann es 2.725. Con su rendimiento como otra foto más de lo que el Atleti es después del Mundial de Qatar. Un equipo imbatible, que en 2023, salvo el 8 de enero ante el Barça, no pierde, que cuenta sus últimos cinco partidos por victorias. Un equipo que vuela, vuela. Doherty, que llegó en enero por si acaso, sólo ha jugado 12′.